Hay lectoras que
comparten su vida con un vainilla y la mayoría de sus compañeros desconocen el
significado de la palabra spanking de ahí que surgiera este tema: Como llevar a
un vainilla a tu terreno.
No es fácil, lo
primero son las dudas que surgen en como planteárselo, a veces por el temor de
que puedan pensar de que eres una depravada o algo así, que no sería la primera
vez, aunque si conoces suficientemente a la persona que quieres ya sabes más o
menos cual será, no su respuesta, pero
sí, su actitud hacia ti.
En lo que todas las
que estaban de acuerdo es que siempre hay que proponérselo como un juego erótico sin hablar de la
disciplina doméstica, eso es mejor dejarlo para más adelante y por supuesto
quitarle de la cabeza la idea de que se trata de maltrato y que no te va hacer
daño, y si no se siente cómodo con nuestra fantasía, no habrá que forzarlo, hay
que ponerse en su lugar, si algo no te gusta, no tienes porque hacerlo.
Una lectora me
comenta que ella se lo dijo claramente diciéndole, mira esto es lo que me gusta
y lo que me pone realmente. Él lo comprendió y habitualmente juegan, aunque
ella reconoce que tiene mucha paciencia, ya que ella necesita algo más que unos
simples azotitos, pero por otro lado, también sabe que su pareja no lo lleva en
la sangre y que pone todo de su parte para complacerla, y eso en su caso, la
compensa.
Otras spankees con
las que he hablado no han tenido tanto éxito o ni siquiera se han atrevido a
decírselo, pero hay veces que hay que elegir y tener claro cuáles son nuestras
prioridades.
Para mí una buena
fórmula, es enseñarle vídeos y mostrarle blogs, donde puede adentrarse en
nuestro mundo y aprender más de él y sobre todo hacer que no se sienta mal y
recordarle que no te va a dañar y que lo deseas y necesitas.
Yo personalmente si
estuviera en esa situación, se lo contaría, la confianza y la comunicación es
esencial en una pareja y el camino de aprendizaje a Spanker puede ser de lo más
divertido y hacernos pasar momentos muy gratificantes.
2 comentarios:
Esa fue mi decisión, contarselo a mi pareja y para mí fue lo mejor que pude hacer porque resulta que los dos habíamos fantaseado con ello y por no decirlo no lo habíamos podido hacer realidad. Y ahora la mar de contentos ^^ Pero reconozco que es suerte que de la casualidad de que a tu pareja también le guste.
Recuerdo que una vez salí con un chico, y por su carácter pensaba que era spanker, así que lo provocaba continuamente para conseguir lo que buscaba y me quede con las ganas, de todas formas pasaron muchos años hasta que me decidí a pedirlo, y ahora no me arrepiento.
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