Autor: Ana K. Blanco
¡Hola amigos!
En los últimos días por algunos temas que se han presentado en un grupo de spanking, estuve pensando y reflexionando sobre algo en particular: el sexo y las nalgadas. Es un tema recurrente y cíclico en los grupos de nalgadas. Se lo trata, la gente da sus opiniones, se da por agotado, la mayoría o todos continúan pensando lo mismo que antes de tratar el tema, pero siempre se sacan cosas positivas.
Los que visitan nuestro blog con frecuencia y nos conocen a Amadeo y a mí, saben que me gusta escribir relatos y que me atrevo a escribir también algún artículo dando mi opinión y punto de vista en algunos temas. Pues bien, hoy voy a abrir mi corazón una vez más y compartir con ustedes mis sentimientos con respecto a este tema que, debido a su complejidad, deriva en muchos más.
Más de una vez había dicho en los grupos que soy 101% heterosexual, pero una querida amiga me hizo ver que deberíamos decir que somos 99.9% heterosexuales, que siempre debíamos dejar una pequeña puerta abierta para explorar otras experiencias. Y creo que sí, que tiene razón, porque así como hay cosas que no estoy dispuesta a probar, quizás otras sí lo esté. Dije que era 99.9% heterosexual porque tengo una curiosidad que algún día quizás me quite, o quizás no. Aún no lo tengo ni seguro, ni claro.
Cuando escribo relatos lo hago teniendo como protagonistas parejas hetero. Casi todos mis relatos son M/f, tengo dos F/f: "Sexo o azotes" y "El mediador", además de una referencia F/f de Dominación en "El Baúl". Pero soy heterosexual, y como tal me llamó la atención y me sacudió un poco cuando una switch y una spanker, en diferentes momentos, se han ofrecido a nalguearme. Aclaro que ambas son también heterosexuales y las nalgadas serían disciplinarias y, por supuesto, sin sexo. Con esto comenzaron mis reflexiones.
Ante la idea y la propuesta, mi primera reacción es decir "¡NO!". ¿Cómo voy a permitir que me nalguee una mujer? Enseguida en mi mente aparece la palabra "Lesbianismo" con letras de neón, titilando y encegueciendo aún más mi confundido cerebro. Así que luego de calmarme, retomo mis pensamientos y me pregunto ¿qué me pasaría si me nalgueara una mujer? Como aún no he pasado por esa experiencia, lo que escribo a continuación son mis reflexiones sobre un supuesto, pero aún así las quiero compartir con ustedes.
Si me nalgueara una mujer sería sin sexo. Sería la nalgada por la nalgada misma, y aunque a muchos no les guste que separe las nalgadas eróticas de las disciplinarias, lo haré una vez más porque es como yo lo siento y como logro explicarme mejor. Si fuese azotada por una mujer, serían nalgadas disciplinarias exclusivamente. Dudo que lograra excitarme, al menos de la misma forma en que me excito cuando me nalguea un spanker, y creo que por primera vez lograría una "azotaína disciplinaria".
Entonces, siguiendo con los supuestos, me pregunté: ¿y qué pasaría si yo no supiera quién me nalguea? Es decir: supongamos que están en la habitación un spanker y una spanker que son mis amigos pero que nunca me nalguearon, y me vendan los ojos además de tomar precauciones para que yo no sepa quién me nalguea. ¿Me excitaré igual con las nalgadas de uno que de otro al no saber quién lo hace? O quizás no me excite porque el imaginar que pudiera estar azotando la mujer, me inhiba del placer de la nalgada. Por supuesto: esto significa que tengo tabúes y no lo niego. Fui educada de determinada forma, hay cosas que aún no he podido superar y es tan fuerte el pensamiento que no sé si seré capaz de superar esos tabúes.
Ahora, si las nalgadas son sexo (con o sin penetración) y me nalguea una spanker ¿eso me convertiría en lesbiana? Ya sé que no, pero si se plantea en ese formato, la respuesta tendría que ser que sí. ¿O es que acaso las nalgadas son sexo solamente cuando me nalguea un hombre y cuando me nalguea una mujer no lo son?
Los hombres hetero en general (spankers y spankees) no sólo aceptan y ven con buenos ojos las nalgadas entre mujeres, pero no piensan lo mismo de las nalgadas entre hombres. Y la mayoría con los que yo he hablado les gustaría presenciar una nalgada F/f, pero no una M/m. Me han dicho que pruebe, que permita que me nalguee otra mujer, pero (la mayoría) ha negado la posibilidad que lo nalguee un hombre, aunque aceptaría más fácilmente que lo nalgueara una mujer, en caso de ser spanker y querer probar, pero "que quede claro que no lo haría ni es algo que me interese", me dicen. Entonces viene mi pregunta: "¿y por qué me dices a mí que lo haga? En definitiva es lo mismo". Y la respuesta es: "Claro que no es lo mismo, en las mujeres es diferente: ustedes van juntas al baño y nadie piensa mal, o si las ven tomadas del brazo por la calle nadie piensa que son pareja. Están socialmente más aceptado que dos mujeres anden juntas que cuando lo hacen dos hombres". Y yo pienso que este es otro de los productos de esta sociedad machista en la que vivimos y de la que somos responsables las mujeres. Porque... señoras y señores... ¿quiénes son las responsables de criar a los hombres machistas? Pues... ¡¡las madres!! Pero ese ya es otro tema.
¿Conclusión?
-Si tuviera una sesión de nalgadas con una spanker o switch, no seria capaz de gozarla de la misma forma que con un spanker hombre, ya sea por prejuicios, tabúes o creencias.
-Aunque no sintiera esa azotaína como sexo, lo seguiría siendo, y eso me inhibe bastante.
-Aún no tengo claro qué pasaría si no supiera quién me nalguea...
O sea... después de este artículo, estoy como cuando empecé. O quizás, más confundida aún.
Y ahora... ¿quién podrá ayudarme a salir de este enredo?? Tal vez ustedes mismos queridos amigos. ¿Me ayudan dando su opinión?
Nota del Editor: Este artículo, previamente publicado en el blog de la autora, nos ha sido facilitado por Ana K. Blanco para su publicación en este Blog. Si te ha interesado el tema, puede ser que también te interese el artículo publicado el 14 de mayo de 2005 en este mismo blog: Azotes entre chicas.