jueves, 29 de octubre de 2009

Día de Muertos en México

Autor: Mayte Riemens


(...) sólo quiero aclarar, para los no mexicanos, poco informados, que las calaveras siempre se burlan y "matan" a los vivos, que usan malas palabras y son bastante irreverentes, como somos los mexicanos con la muerte (...)

Esta vez, de fea manera,

el Fernando, autoritario

me exigió una calavera,

y declaro ante notario:

Que Fer, no se la merece,

que me siento coaccionada,

que la poesía así no crece

y que aquí no rima nada


Sólo por miedo al castigo,

le llamé a la inspiración,

pa’ que estuviera conmigo

y hacer esta redacción


El Fernando está viejito,

la Muerte lo ronda ya,

y aunque sea spanker estricto,

no le queda mucho más


En Barcelona no hay nadie

a quien él pueda azotar,

y aunque su encanto él irradie

al panteón va Fer a dar


La Catrina muy mañosa,

de colegiala vistió,

y el Fer ya siente que goza,

pues no la reconoció


Con la primera nalgada,

la Calaca se espantó

pero más tarde, excitada,

a Fernando se cargó


Ya va Fer para el panteón,

creyendo el muy presuntuoso,

que su spankee en el rincón,

lo hará un spanker famoso


La Catrina, bien nalgueada,

se lo llevó al cementerio,

ella está bien cachondeada,

pero él, en el climaterio


Descansa en paz, Fernandito,

las spankees te lloramos,

fuiste spanker facilito,

pero igual, Fer, te extrañamos


Descansa en paz, buen Fernando,

que en el Cielo sí tendrás,

mil spankees esperando,

a las que tú nalguearás


Nota del Editor: El día de los Muertos o Fiesta de los Muertos, posee en México un singular sentido antropológico, puesto que se trata de una fiesta muy popular y muy respetuosa que los mexicanos rinden a sus difuntos, pero a su vez aplican el mejor mecanismo posible de anatema contra la muerte: el sentido del humor. Por eso se construyen altares para los muertos en donde durante muchos días se van ofrendando lo que más le gustaba comer y beber al difunto o difunta, al final se lo comen y beben los vivos. Por otra parte en la prensa y en Internet se dedican las populares "calaveras" a personas vivas. Las calaveras son poesías irreverentes que se burlan un poco del presunto difunto, al fin y al cabo todos lo somos, y también expresan un gran cariño a los vivos.