lunes, 29 de enero de 2007

Solidaridad spankee


Autor: Fer

Es cierto, a veces existe una gran solidaridad entre las spankees… las más de las veces es un mito. En general es un estado de cosas temporal.

Las spankees rompen filas con mucha facilidad, pese a que tiene momentos especiales de mutua empatía y comprensión recíproca de emociones y percepciones, sin embargo cuando aparece su depredador natural, es decir el spanker, muchas de estas complicidades, solidaridades y hermanamientos, desaparecen como por arte de magia o de azotes.

Pero este año, que he comenzado enalteciendo las entrañables fiestas navideñas y he hecho propósito de más o menos corrección, no lo estropearé todo poniendo en evidencia la fragilidad de las solidaridades entre spankees.

domingo, 28 de enero de 2007

¿Somos los spankers una pandilla de vagos?


Autor: Fer

Los spankers del sexo masculino no tenemos muy buena fama. Se nos atribuye un funcionamiento mononeuronal, poca sutileza y sobretodo muy poca laboriosidad. Cuando algún spanker escribe sobre las emociones del spanker, se crea una insólita expectativa en el colectivo de las chicas spankees, algo así como si La Casa Blanca fuera a publicar un test de inteligencia de George W. Bush.

Es cierto que entre los spankers hay de todo, como en cualquier grupo humano, pero no se puede generalizar. He pensado después de conocer algunos elementos y manener charlas sin spankees delante que hasta es probable que haya sujetos que se vuelven spankers de conveniencia por motivos inconfesables tales como su baja cotización en el mercado sexual vainilla o su escasa entidad personal, solo compensada en esos momentos en que la spankee cede el control unos minutos. Pero también hay spankers que son buenas personas, cariñosos con los niños y con los animales, amantes de las plantas y el pacifismo, ecologistas de toda la vida y amigos de todas las oenegés, comenzando por SSF (Spankers Sin Fronteras). Incluso algunos spankers confiesan ser admiradores devotos de Barbara Streisand. Y muchos son muy laboriosos.

No se debe juzgar a un grupo humano por unos pocos individuos ya que se cae en el prejuicio del esterotipo y para eso ya tenemos al mundo vainilla que nos considera como enfermos, desviados, pervertidos y hasta viciosos.

El sujetador cumple 100 años


Autor: Fer

A raíz de un artículo aparecido en “Yahoo Noticias” que más abajo transcribo, me surgen algunas reflexiones sobre esa prenda femenina conocida como sujetador, sujetadores, sostén, sotenes, soutien, sutién, brassier o bra.

En las fotos y clips de spanking que aparecen por la red la spankee, en cuanto a vestuario, suele aparecer básicamente de tres formas vestida pero con las nalgas descubiertas, vestida de la cintura para arriba y completamente desnuda. En cuanto a grado de erotismo de las tres formas, si bien no he hecho una encuesta, me inclino a pensar que éste es directamente proporcional a los centímetros cuadrados de piel cubiertos por algún textil. Eso es al menos lo que los spankos siempre comentan, cuanto más vestida mejor.

Ahora bien, en no pocas fotografías y clips, también en los azotes producidos en encuentros reales, hay una variante de la forma “desnuda de cintura para abajo” que es conservando el sujetador. Esta indumentaria es muy curiosa ya que centra todo el poder erótico de la mirada en la desnudez de la spankee, pero oculta sus senos bajo una prenda que no deja de ser íntima, a pesar de la moda de enseñar las bragas, tangas y sujetadores, muy poco recomendable para las spankees modositas. Este corte a la mirada puede ayudar mucho a concentrarse en las nalgas pero también aumenta el poder erótico de la situación en su conjunto.

Ya había publicado dos artículos en este blog sobre mis fijaciones mamarias , Un poco de heterodoxia mamaria y Cultura mamaria, nada adecuadas para un spanker al que se le supone un adorador monotemático de las nalgas.

Buscando ilustraciones para este artículo encontré unas fotos en una web colombiana de un artilugio llamado levanta colas que es ideal para que vistan nuestras spankees.

La generación de nuestras hermanas mayores, madres y - para los más jovenes - abuelas se dedicó a quemar los sujetadores, como un símbolo de la opresión patriarcal. En aquellos maravillosos años setenta muchas chicas paracticaban en sinsostenismo. Sin embargo la nueva cultura del narcisimo femenino de los años 90, wanderbra por medio, recuperó esta prenda que puede ser un gran fetiche para muchos, incluidos los spankos.



El sujetador cumple 100 años

La prenda íntima más preciada por hombres y mujeres es ya centenaria. Desde su invención en 1907 por Pierre Poiret todas las féminas del planeta han caído rendidas ante ésta, dejando relegado el incomodo corsé. Arma de seducción a veces, o símbolo de la liberación femenina otras, la prenda no deja indiferente. Sujetadores con copa o sin ella, con tiras o "strapples", "balconet", deportivo, wonderbra o reductores, cada mujer elige el que más le favorece.Hasta la invención del sujetador las mujeres debían sufrir embutidas en corsés metálicos incómodos y poco sensuales. Tanto es así que tras la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial se llamó a todas las mujeres para que donaran sus corsés metálicos para uso militar ( en total 28.000 toneladas de metal). Con ellos se construyeron dos naves de guerra.En 1907 Pierre Poiret empezó a esbozar los primeros patrones de este tipo de sostén en su atelier parisino, pero no fue él quien se llevó los honores sino la estadounidense Mary Phelps Jacob, quien patenta el preciado invento en 1914 con el nombre de “backless brassiere” ( corsé sin espalda).El invento tuvo una espectacular acogida entre su círculo íntimo, quienes estaban fascinadas por este nuevo corsé construido a base de 2 pañuelos una cinta y un cordel y que hacía que sus trajes lucieran mucho más escotados y atractivos.Sin embargo, la idea que tuvo Mary Phelps y que confeccionó su doncella en 1913, no se puso a la venta hasta que la creadora empezó a recibir cartas anónimas haciéndole pedidos. Sin publicidad ni marketing de ninguna clase, el negoció quebró y Mary se vio forzada a echar el cierre.Un tiempo después, fue presentada a la encargada de vestuario de “Warner Brothers Corset Company”, quien le hizo una suculenta propuesta por los derechos del producto, 1.500 dólares, que Phelps aceptó de inmediato. Ya en la década de los años 20 empiezan a confeccionarse en tela elástica y en la década de los 30 nace el sujetador sin tirantes, aunque todavía con copa standart.No obstante, la que más aportó a la correcta evolución del sujetador fue una emigrante ruso-judía en Estados Unidos, Ida Rosenthal, quien con el apoyo y ayuda de su esposo ideó un tallaje para la nueva prenda. Para ello midió el pecho y espalda de decenas de mujeres americanas, desde la pubertad hasta la madurez.Si hasta ahora el sujetador y corsé habían servido para elevar y realzar el busto Rosenthal se da cuenta de la moda “flapper” propone un aspecto andrógino de las féminas, con bustos pequeños y aplastados por lo que se propone alterar la tendencia que pone de manifiesto unos senos protuberantes y crea una segunda línea en la que su objetivo es disimularlo. Su experiencia como modista y unos patrones de papel hicieron el resto.Sus nuevas creaciones tienen tanto éxito, que “Maidenform”, la empresa que fundó al efecto, se valora en 40.000.000 de dólares.En los años 60 la prenda de sujeción y seducción se convierte en símbolo político, ante la quema de sujetadores por parte de las jóvenes hippies, quienes reclaman sus derechos y libertad sexual por medio del objeto.Cuando preguntaron a Rosenthal si la nueva tendencia podía suponer el fin de su imperio, la rusa contestó imperturbable “Vivimos en una democracia, toda persona tiene derecho a vestirse o desvestirse, sin embargo, a partir de los treinta y cinco años la mujer no tiene figura para prescindir del sujetador. El tiempo está a mi favor”.Y efectivamente éste le dio la razón. En 1967 se lanzó la primera campaña televisiva publicitando este elemento, aunque no fue hasta finales de los 80 cuando se incorporó el encaje elástico a éstos.En 2000 se inventa el “air bra”, rellenos de aire para aumentar el volumen de los senos. El avance tecnológico hace posible que ya existan sujetadores inteligentes, como el de “Numetrex”, que incorpora una válvula que toma el pulso de los latidos del corazón o el “Night Bra” que previene las arrugas del escote.Aunque estos no son los más caros, la prestigiosa firma estadounidense “Victoria’s Secret” lanzó el modelo “The Hearts on fire diamond fantasy bra”, con 2000 diamantes en su haber (800 kilates en total) que se cierra con la ayuda de un broche también de diamantes de 10 kilates.El capricho asciende a 6,5 millones de dólares. ¿Habrá alguien que se lo pueda permitir?.

Por Beatriz Rojo Polo.

sábado, 27 de enero de 2007

Galletas para spankers


Autor: Fer

Si hay galletas para perros ¿Porqué no puede haber galletas para spankers? Te sugiero, querida lectora spankee, darle galletas a tu spanker, verás como todo va mucho mejor,

¿Es Indiana Jones spanker o solamente lo parece?


Autor: Fer

Cuando evocamos a los personajes creados por Hollywood, especialmente el buen cine de los años 80, no podemos dejar de preguntarnos por la naturaleza y verdaderas inclinaciones del ínclito Indiana Jones.




Música para este post:

viernes, 26 de enero de 2007

Los inicios


Autora: Martina

Desde muy niña comencé a darme cuenta de que no era como las demás. Me gustaba fantasear y llenaba mi cabeza de historias inventadas que a veces estaban basadas en las novelas juveniles que leía. Mis compañeras de escuela leían poco o nada, y vivían para jugar y ver la televisión. Yo, en cambio, prefería soñar despierta. Me gustaban las novelas y los cuentos en donde aparecía algún hombre maduro, autoritario y rígido. Algún personaje que tuviera cierto poder, al que se le sometieran los demás, sólo por ser quien era. A mis lecturas, les agregaba mi imaginación, me metía en la historia como un personaje protagónico, y siempre elegía ser la sobrina, la ahijada o la hija reencontrada de aquellos personajes que tanto amaba.

Alguna vez, en el colegio, un profesor me castigó. Me hizo pararme de cara a un rincón y me dejó ahí toda la hora que duró su clase. Cuando me ordenó irme al rincón, sentí que me moría de vergüenza. Fue algo que no entendí en su momento, le pedí que no me castigara, me retorcí, me tardé muchísimo en obedecer y no fue sino hasta que mi compañera de banca me dio un empujón animándome a obedecer para evitar un castigo peor, que me levanté, y con la cara sonrojada y sudando frío, me fui a colocar al rincón. Me moría de vergüenza y eso me hacía sentir deseos de rebelarme. Sabía o creía que el grupo entero me miraba ahí castigada y eso me hacía sentir peor. Si al menos nadie más lo supiera, pero no era así. Hubiera desobedecido al profesor, pero el miedo a ser expulsada o a no sé qué, me contuvo. Ahora sé, que todo aquel revoltijo de sentimientos físicos y anímicos, era excitación, pero entonces sólo tenía once años y aún estaba lejos de descubrir mi sexualidad.

Yo adoraba a ese maestro, me parecía atractivo, como a todas mis compañeras, pero en el momento en que me regañó frente a todo el grupo y me mandó castigada al rincón, hubiera querido matarlo. Después, cuando mis compañeros salieron al recreo, me llamó. Con la misma vergüenza y rabia, me acerqué a su escritorio, entonces volvió a regañarme y me dijo, con todas sus letras, que era una niña malcriada y que con gusto me pondría sobre sus rodillas, me bajaría los calzones y me daría unas nalgadas. En cuanto dijo esto, me ardió la cara de vergüenza y de furia, pero también sentí mariposas en el estómago y, en contra de toda mi rebeldía, estúpidamente, le rogué que no lo hiciera. ¡Obviamente no lo iba a hacer! No tenía ningún derecho y hubiera perdido su empleo. Pero en aquel momento, las palabras me salieron involuntariamente, como si la niña buena de mis fantasías me estuviera traicionando, revelándose justo cuando yo pretendía mostrarme digna y rebelde. El profesor se sonrió y me dijo que él no era el indicado para hacerlo, pero que si continuaba con mi mal comportamiento, tendría que hablar con mis padres y no dudaría en sugerírselos.

No sé si el castigo o la amenaza sirvieron de algo. En todo caso no volví a ganarme un castigo similar. Aunque confieso que lo busqué, pues después del episodio, amé aún más al profesor y se convirtió en el protagonista de algunas de mis fantasías. Me dediqué a portarme muy mal, con ciertas reservas y precauciones, para llamar su atención y conseguirme otro castigo. Quizá, secretamente, albergaba la esperanza de que me diera aquellas nalgadas con las que me había amenazado.

Un nuevo personaje se agregaba a mis ya muy sobados tutores de fantasía: el profesor severo y estricto, que en un ambiente totalmente escolar, me regañaba, me castigaba, me enviaba al rincón y, después, en el aula solitaria, me ponía sobre sus rodillas, me bajaba los calzones y me daba una fuerte zurra. Por supuesto, el profesor de mis fantasías, me quería mucho, era cariñoso y se preocupaba por mí. Yo era su alumna consentida y no pasó mucho tiempo para que mi imaginación creara un vínculo más cercano con él. Seguía siendo mi profesor, pero además, era mi tutor.

Creo que este episodio real generó que mis fantasías se aderezaran con un ingrediente que, a partir de su aparición, se convirtió en esencial: la disciplina. El ya conocido personaje con autoridad, la ejercía sobre mí. Yo era educada por él, al principio con paciencia y suavidad, pero poco a poco mi imaginación fue haciendo de aquel hombre un severo tutor. De los regaños y ligeros castigos, pasó a los correctivos físicos, y éstos a su vez, se fueron haciendo cada vez más severos. Terminaron siendo durísimas zurras sobre mis nalgas desnudas a la más mínima falta que se me ocurría imaginar. Mi tutor me nalgueaba con su mano y con diferentes instrumentos: un cepillo de madera, su cinturón, una regla. Me castigaba largo tiempo de pie frente a un rincón, me regañaba frente a otras personas, e incluso me llegaba a azotar ante testigos. Yo, me imaginaba a mí misma como una niña encantadora, obediente, respetuosa, estudiosa… intachable. Pero al mismo tiempo, una niña inquieta y traviesa, aunque, casi siempre, mis travesuras tenían un trasfondo noble y bueno, lo cual no me salvaba del terrible castigo que siempre terminaba recibiendo, fuera sobre las rodillas de mi tutor, o empinada en una mesa o en la cama. Imaginaba que, después del castigo físico, mi adorado tutor, afectuoso y comprensivo, me perdonaba siempre, aunque sabía que yo volvería a las andadas y tendría que volverme a castigar, pero dulce y bondadoso, me llenaba de besos y me decía lo mucho que me amaba y lo importante que yo era para él.

Una vez concluida mi escena fantástica, mi imaginación comenzaba a trabajar en la siguiente. Me importaba mucho que fuera verosímil, que tuviera lógica y sentido. No podía traicionar a mis personajes haciéndolos actuar de una manera en que –de acuerdo con su perfil literario- nunca lo harían.

Y pese a este loco afán de ser verosímil, guardaba mis fantasías con todo celo. Nunca hubiera permitido que nadie intuyera siquiera, lo que soñaba y pensaba. Me hubiera muerto de vergüenza. Creía que era algo malo, que no estaba bien y, sobre todo, que no era normal. Algunas de mis compañeras de colegio me habían contado que sus padres las castigaban con nalgadas, decían que era horrible, que dolía mucho, que era vergonzoso… ¡y yo que lo deseaba tanto! Pero al mismo tiempo, no deseaba una realidad así. Me hubiera rebelado con toda furia si mi padre real hubiera decidido castigarme así. No iba con su forma de ser ni con la forma en que me estaba educando, es decir, no cabía en el perfil de su “personaje”. Alguna vez, mi madre trató de nalguearme, me resistí con tanta fuerza que no lo logró. Y cuando se fue de mi habitación, habiéndome regañado y después de darme una sola palmada que no alcanzó a caer sobre mis nalgas, sino sobre mi muslo, me quedé llorando de rabia. Tenía sentimientos encontrados, por un lado estaba furiosa de lo que mi madre había pretendido hacerme, pero por otro me reprochaba a mí misma el no haberlo permitido. ¿No deseaba yo tanto el sentir aquello?

Ahora me felicito de no haberme dejado nalguear por mi madre. Seguramente me hubiera excitado y, de darse cuenta, mi reacción la hubiera asustado. Yo, además, me hubiera quedado muy confundida, pues cuando esto sucedió, era aún muy joven para entender lo que sucedía dentro de mí.


Mi adolescencia estuvo especialmente poblada de fantasías. La niña de mis sueños crecía, pero no tan rápido como yo. En mi afán de ser verosímil, incluso para soñar, creía que no era lógico ni creíble que a una chica tan mayor, como era yo, se le siguiera castigando con palmadas en las nalgas. Me aferraba a mi infancia, pues creía que con ella se iba toda posibilidad de recibir algún día, mis tan deseadas nalgadas.

Tendría unos quince o dieciséis años cuando, una noche, leyendo mis propias fantasías, escritas a mano en una libreta, tuve que rendirme a lo que no quería aceptar: pensar en que era nalgueada me excitaba. El descubrimiento me horrorizó. Me sentí, además de rara y anormal - cosa que sentía desde mucho tiempo atrás - pervertida y sucia.

En un arranque, destruí mucho de lo que, a lo largo de muchos años, había escrito y dibujado. Guardé muy pocas cosas, las favoritas, aquellas a las que les tenía un apego especial. Durante algún tiempo, abandoné mis fantasías. Me obligaba a no pensar en ellas y a poner los pies en la realidad. Me decía a mí misma que aquello se había terminado, que eran cuentos infantiles y nada más. Pero irremediablemente, casi a escondidas de mí misma, volvía a soñar. Como buena adolescente, comencé a escribir un diario. Sólo que en el mío no había confesiones románticas ni declaraciones de guerra contra alguna maestra o grupo escolar rival, ni siquiera reflexiones sobre lo difícil que era la relación con mis padres. De hecho, no era mi diario, sino el de la niña fantástica que vivía en mi imaginación. Ahora entiendo que lo que pretendía con esto, era sacarla de mi vida, pero no matarla. Incluso, en un arrebato que todos consideraron muy propio de una adolescente, empecé a pedir que me llamaran de otra manera. Teniendo más de un nombre en mi acta de nacimiento, no era tan descabellado. Mi nombre de niña se lo dejé a la niña de mis sueños, el otro, el que nunca había usado y nunca me ha gustado, me lo apropié para mi vida real.

Empecé a salir con muchachos, y esto, al hacerme sentir mayor, me hacía alejarme cada vez más de mis fantasías infantiles. O eso creí. Mis fantasías no querían irse, la niñita encantadora de mis sueños se adueñaba de mí. Y yo la dejaba seguir siendo niña, pues tenía todo lo que yo estaba perdiendo y, sobre todo, ella podía seguir siendo nalgueada. Yo ya había perdido la esperanza.

En esta lucha solitaria entre abandonar o no mis fantasías, fracasó mi afán por dejar de soñar. Me relajé y lo seguí haciendo. Aún recuerdo la tarde en que, después de una dolorosa ruptura amorosa, corrí a mi recámara y busqué todos mis viejos apuntes, los que se habían salvado de las periódicas “limpias” que mi “yo” real hacía en sus arranques tipo Torquemada. Releí mis fantasías escritas en fechas muy remotas, me consolé a mí misma y volví a caer en mi antiguo vicio. Me convencí a mí misma que nada tenía de malo soñar, que a nadie le hacía daño y que era lo único absolutamente mío. Nadie tenía que enterarse nunca, sería mi secreto, mío y de la niña de mis fantasías. Volví a escribir nuevas historias, pero apareció un ingrediente que invadió mis sueños pese a mí misma: el sexo, el amor de pareja, la vida adulta. ¿Y qué hacía yo con este ingrediente que insistía en meterse en donde yo no lo quería? No encajaba en mis historias infantiles, no era lógico ni verosímil que una niñita pensara en esas cosas, mucho menos que se excitara con el castigo que le propinaba su tutor y parecía hasta sacrílego e inmoral que se enamorara de él. Pero el incesto me rondaba. Para evitarlo, apareció un nuevo personaje: la autoridad femenina, la tía o madre, de hecho, la pareja de mi tutor, y era ella quien me castigaba, así se conjuraba el pecado del incesto, pero, aunque me era igualmente placentero ser azotada por una mujer, extrañaba a mi educador de siempre. Después de todo, había crecido a su lado. Además, mis deseos de un castigo que terminara en romance y en sexo, seguían ahí, pugnando por salir, por ser cristalizados en la fantasía.

Para resolverlo, mi imaginación convirtió a mi tutor en un esposo que castigaba también a la que, en mis fantasías, ejercía como mi madre. Ya no me parecía verosímil, pero tampoco me importaba tanto. Y poco a poco, casi sin darme cuenta, dejé de ser la niñita y fui la esposa, la amante, la novia, del que años atrás había sido mi tutor, mi tío, mi profesor y hasta mi padre.

Y ese mismo personaje puebla hoy mis fantasías eróticas, aun cuando hoy tengo una relación real en la que no escasean los juegos de nalgadas. Pero mi antiguo tutor no me ha abandonado, me permite crear guiones, relatos y fantasías que enriquecen placenteramente mi vida sexual. Hoy, además, puedo compartir esas fantasías con mucha gente que, como yo, disfruta de esta extraña pero deliciosa afición de las nalgadas eróticas.

jueves, 25 de enero de 2007

Abedul





Autor: Fer

No he probado nunca el azotar unas lindas nalgas de una spankee con unas ramas de abedul. Las ramas de abedul, probablemente por su flexibilidad, forman parte del cuadro de honor de la literatura y la iconografía spankera. Por lo que se observa en las ilustraciones, con las flexibles y a la vez duras ramas de abedul se confecciona una suerte de hatillo que va ligado por un extremo en el que se le forma un rudimentario mango o asidero. Una vez más nos tenemos que remitir al mundo anglosajón en donde el abedul es el birch y la práctica de azotar con ramas de abedul podría denominarse, de una forma más o menos ortodoxa, como birching. Hay en la red algún sitio especializado en esta variante del spanking llamado Birched.

Tampoco he conocido, de una forma directa, es decir como practicante el castigo con ortigas. Con esta urticante planta solo me he topado en alguna rara ocasión que he visitado el campo, por cierto con resultados desagradables y la he visto presentada como sopa en alguna carta de restaurante y, de forma muy disimulada, he tratado de evitarla.

Sin embargo muchas de las imágenes literarias no se presentan en la vida real y, por supuesto, viceversa.

Los azotes con ramas de abedul o el birching forman parte de un mundo spanko bastante campestre, al igual que el azote al aire libre. En el caso del birching la idea es que debe dejar unas marcas tremendas con reminiscencias de castigo medioeval.

Me encantaría que si has tenido experiencias reales con el birching nos lo explicases.

miércoles, 24 de enero de 2007

¿Has soñado con azotes?


Autor: Fer

Los sueños son un enigma para la humanidad, el mundo onírico viene siendo materia de estudio desde los egipcios, hasta los neurobiólogos que investigan con Tomografías por Emisión de Positrones (su sigla en inglés es PET), pasando por Sigmund Freud y las llamadas ciencias ocultas.

Soñamos con muchas cosas, algunas agradables, otras no tanto y muchas de ellas desconcertantes puesto que en los sueños parece funcionar otra lógica diversa a la de la vida en vigilia.

Es cierto que a veces tenemos sueños sexuales, incluso sueños con orgasmos y también sueños que dejan entrever la parte más oscura de nuestra mente. Pero ya que estamos en un blog de spanking, la pregunta que te hago es si alguna vez has soñado con azotes. Yo he tenido más de una vez sueños que incluían azotes, no me cabe duda que los azotes eróticos son parte de mi vida... pero casi siempre los sueños eran bastante realistas, no exactamente como el que podría representar la curiosa imágen que he tomado prestada del blog francés Fesseurs.

Pero insisto en la pregunta ¿Has soñado con azotes?

martes, 23 de enero de 2007

¡Viva México!


Autor: Fer

Este excelente dibujo de Vitabar me permite escribir un pequeño post de homenaje a México, un país que yo quiero mucho, y a los spankos mexicanos. Siempre se ha dicho que el spanking es una sensibilidad sexual muy arraigada en el mundo anglosajón pero ¿Y en México? Yo estoy convencido que en México viven millones de spankos, solo hay que ver los tablones y el entusiasmo de spankees, spankers y switchs mexicanos.

En México pude proporcionar algunas de mis primeras nalgadas plenamente conscientes, debidamente administradas a una spankee que le encantaban, tanto es así que se trajo a una amiguita para que también la nalguease, de esto hace muchos años pero aún es para mi un recuerdo muy vivo.

Con los años y gracias a internet he tenido muchos amigos del mundo spanko mexicanos, muchos de los articulistas y comentaristas de este blog lo son y he tenido la ocasión en los últimos años de volver a enrojecer algunas maravillosas nalgas mexicanas ¿Qué más le puede pedir a la vida un spanker?

¡Viva México y sus nalgas!

lunes, 22 de enero de 2007

“Conozco a las de tu clase”



Autor: Fer

Hace algún tiempo el escribir esta frase en un post en el siempre pacífico tablón de Nalgadas y Azotes me valió el enfado de una spankee que fue muy activa durante unos meses y luego desapareció como por arte de magia. A esta spankee habitualmente tan bromista la frase le sentó muy mal.

Por supuesto que le pedí disculpas ya que yo utilizaba la frase en un contexto jocoso, al cual ella era muy adepta, pero, como pasa con la comunicación vía internet, la falta de los elementos que hacen tan rica la comunicación cara a cara como es el tono del discurso, el lenguaje no verbal y el contexto temporal de la conversación, hizo que a ella le sonara como algo muy duro.

A pesar de este pequeño incidente, superado en su día, incorporé de forma muy decidida esta frase a mi repertorio spankístico. En algunas ocasiones la frase completa que he pronunciado es “¡Conozco a las de tu clase y sé cómo tratarlas!”. Te puedes representar perfectamente el tono. Por suerte en el contexto de la comunicación spanker-spankee no ha habido malas interpretaciones, diría que todo lo contrario ya que la frase ha servido para escenificar mejor el juego, proporcionándole un tono de regaño bien dosificado e incluso de amenaza y determinación. Lo que puede seguir a esta frase sé que te lo imaginas perfectamente.

He leído alguna frase similar en ingles del tipo: A naughty girl? Well, we sure know how to deal with that. Pero creo que el castellano es más cortante que el inglés y la frase de la que te cuento resulta más impactante en nuestra lengua. Lo ideal, claro está es que venga seguida de una fuerte serie de azotes a la infractora sobre mis rodillas.

domingo, 21 de enero de 2007

¿Soy mal pensado?


Autor: Fer

Hace un buen tiempo, una amiga me invitó a visitarla y tomar algo a su vivienda. Se trataba de un piso compartido con varias chicas de diversas nacionalidades.

Mi amiga, entre divertida y confidente, me fue contando las aventuras y desventuras de sus compañeras de piso, especialmente de una ucraniana que yo conocía de haberla visto un par de veces. Desde luego muchas de las cosas que me explicaba me hacían pensar en spanking, en spankees y otros fetiches, bueno, eso no es difícil pues dedico una parte importante de mi pensamiento a esos temas, pero tú ya me entiendes...

Luego de tomar algunas cervezas, como es lógico, le pedí a mi amiga para pasar a su baño. Ya aliviado de mis presiones vesicales, me sorprendió encontrarme, a vista y paciencia de todo aquel que fuese al lavabo, con el objeto de la fotografía. La foto la tomé con la cámara de mi teléfono Nokia. Os dejo la imágen a vuestro critero, imaginación y comentarios.

Explosión de blogs ¡Por fin se ha logrado!

Autor: Fer

Solamente hace dos años, en enero de 2005 no había en internet ni un solo blog de azotes eróticos consentidos entre adultos, hoy comienzan a ser mucho, al punto que muchas spankees algo perezosas se quejan del trabajo de lectura que se les acumula.

Es una muy buena noticia el surgimiento de los nuevos blogs que florecen aquí y allá, todos ellos con temáticas bastante especializadas.




Comencemos por el nuevo blog de Selene y Ana K., Pequeño mundo spankee. Hablando de azotes… Se trata de un nuevo blog que surge de la mano de dos excelentes escritoras de spank, que no requieren presentación para los lectores de este blog, que establecen una especie de diálogo intercontinental de spankees y van tratando los temas de los azotes desde la óptica de las spankees o sea de las chicas que reciben estos castigos que tanto nos gustan a todos. El blog está muy bien escrito, es ágil de lectura y tiene la dosis exacta de spankeestrógenos sentimentales para conmover incluso a muchos tiernos spankers. Si bien es cierto que estos últimos son menos diligentes a la hora de editar blogs, escribir artículos y publicar comentarios. Desde aquí animo a los spankers a ser más activos, de lo contrario las spankees dirán que somos algo perezosos.

Voy a incorporar aquí una carta que envió Ana K. a varios tablones de spanking en castellano informando sobre el nuevo blog y aprovecho también la ocasión para agradecerle de todo corazón su trabajo, que espero que continúe, tanto en este blog como en el blog de relatos asociado. También le agradezco muy sentidamente las palabras que escribe dirigidas a mi persona.

Hola a todos!!

Bueno, parece que hay una explosión de blogs en internet, y por aquí vamos a declarar que tenemos parte de responsabilidad en esta "explosión".

Todos ustedes conocen a Selene, la excelente escritora que nos deleita con relatos y artículos de gran calidad. Pues... esta mujer tuvo la delicadeza de invitarme a hacer un blog con ella, cosa que acepté con mucho orgullo. Y queremos compartir la noticia con ustedes e invitarlos a que nos visiten.

Nuestro blog es algo diferente, al menos eso es lo que buscamos. Es la charla entre dos spankees sobre diferentes temas... y esperamos que se nos unan muchas más y que los spankers también nos den su opinión. Aquí les dejo la dirección y los esperamos en nuestro pequeño mundo:

http://www.lacoctelera.com/losmundosdespankee


Por otro lado he llevado a la práctica algo que tenía pendiente desde el año pasado: armar un blog de relatos que sean sólo de Amadeo Pellegrini y mío. Sí, es algo egoísta, pero es algo que quería hacer: nuestro propio blog. Allí estoy colgando nuestros relatos, los que tenemos individuales y los que tenemos en conjunto, también pondré allí nuestros artículos y todo lo que escribamos de aquí en más.
Pido disculpas por los errores que puedan encontrar, pero no sé mucho de esto y estoy aprendiendo gracias a la oportunidad que me dió Fer de ayudarlo con su blog de relatos, la ayuda de Selene que es mucha, y los porrazos que me doy mientras aprendo.
De todas formas, está hecho con todo cariño y... ojalá les guste!!

http://amadeoyanak.blogspot.com/

Gracias a todos por su apoyo, y todo mi cariño y agradecimiento para Fer por la oportunidad que me brindó y su confianza ilimitada hacia mi persona, para Vitabar que siempre me apoya en mis proyectos, para mi socia Selene que tanta paciencia mi tiene y tanto me ayuda, y para mi co-autor Amadeo Pellegrini... con quien aprendí a ser mejor escritora.

¡Los esperamos en nuestros blogs!

Ana Karen



Por otra parte con el sugerente nombre de Fantasías recurrentes. La erótica de los azotes , la prolífica bloguera Selene inicia otro blog, esta vez un interesante compendio de relatos tanto suyos como de otros autores, al cual también le damos la bienvenida y le deseamos larga vida.


Aunque ya no es un blog nuevo, es una excelente noticia la reactivación del blog Azotador, castigos en el imaginario colectivo dedicada al spanking en historietas, comics y todo tipo de expresión gráfica como carteles, portadas, diseño que incluyen azotes. Ya habíamos dedicado un artículo a este blog y en él temíamos que se hubiese desactivado, ahora vemos con alivio que goza de muy buena salud.

Ante esta explosión de blogs, desde Azotes y Nalgadas y nuestro Blog de Relatos de Azotes, ambos estrechamente vinculados al grupo de Yahoo Nalgadas y Azotes, como decanos de los blogs de azotes en lengua española, me permito algunos pensamientos en voz alta y también reflexiones fruto de comentarios que he recibido, que quisiera compartir contigo me llevan a pensar que por una parte me siento muy contento de en estos escasos 24 meses asistir a toda esta maravillosa explosión de blogs sobre azotes en nuestro propio idioma.

Por otra parte pienso que todos nos vamos a tener que esmerar mucho en la calidad que proporcionamos a nuestros lectores, ya que ahora existen muchas alternativas de lectura y seguimiento. Esto es también muy positivo ya que eleva el listón de la calidad.

Creo, deseando que mis palabras no se interpreten como paternalistas, que también es muy importante que los blogeros spankos en español tengamos una actitud de colaboración y, me atrevería a decir de solidaridad, entre nosotros ya que esto es positivo para quien lee los blogs y para los mismos blogueros.

Iniciar un blog es muy sencillo, solo hace falta una idea y 5 minutos de tiempo, con eso ya tenemos un blog. Alimentar un blog durante meses y meses manteniendo el interés del lector es algo mucho más complejo. En ese sentido la honesta originalidad de cada blog, el citar las fuentes (da igual copiar un artículo, una foto e incluso una idea mientras se cite la fuente), la colocación de enlaces y otras actitudes éticas, ayudarán a construir en el amplio universo de la lengua española un sólido entramado de blogs sobre azotes eróticos entre adultos que consienten que beneficiará fundamentalmente a nuestros lectores.

domingo, 14 de enero de 2007

Amadeo Pellegrini y Ana Karen Blanco



Autor: Fer

Siempre me produce una satisfacción inmensa presentar aquí un nuevo blog sobre azotes escrito en español, al fin y al cabo uno de los motivos para publicar este primer blog en castellano sobre spanking fue el llevar esta deliciosa práctica al incipiente mundo de los blogs, pero tengo un placer aún mayor en reseñar un blog escrito por dos personas muy próximas: Amadeo Pellegrini y Ana K. Blanco.

Es inútil presentar a Amadeo y Ana K. a los lectores asiduos de este blog, sin embargo vamos a citar algunos artículos publicados en este blog escritos por nuestros amigos:

Emociones del Spanker

Después de lo virtual... El primer encuentro real

¿Es la Azotaina o Nalgueo un Acto Sexual en sí Mismo?

Qué tan necesarios son los roles y los disfraces en el juego de los azotes?

¿El secreto de los Alquimistas

Los instrumentos de castigo

Sentimientos de una spankee obesa

También quiero incluir una cita muy amplia en un divertido artículo escrito por María José en este mismo blog y un amplio comentario escrito por el autor de este post:

Reflexiones de un “poto” nada perfecto
Literatura y spanking: Amadeo Pellegrini

Los artículos literarios de Amadeo y Ana K. están en nuestro blog de relatos, del cual Ana K. es editora e impulsora desde hace muchos meses. Además de todos estos artículos y colaboraciones, merece la pena citar aquí las decenas de comentarios de Ana K. a los artículos de este blog, valiosísima aportación a la vitalidad de este instrumento de comunicación. Los comentarios de Ana K. son siempre constructivos, plenos de sentido del humor e inteligencia chispeante.

El nuevo blog de Amadeo Pellegrini y Ana K.Blanco se presenta como una recopilación de los artículos literarios sobre spanking que ambos han escrito, piezas de buen gusto, excitantes y bien escritas, acompañados de unas muy cuidadas ilustraciones. Se trata de un blog que responde a una idea totalmente original y novedosa.

Tal como ellos mismos presentan su nuevo blog: están "unidos primero por un gusto en común: los azotes. Unidos luego por los relatos. Unidos ahora en este blog. Adelante... sean nuestros huéspedes. ¡Bienvenidos!"

Te aconsejo visitar y frecuentar este nuevo blog, estoy seguro que lo vas a disfrutar.