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martes, 17 de julio de 2007

Azotes y supositorios

Autor: Fer

En otro artículo hablábamos del juego de azotes aderezado con termómetros, que ha quedado claro que no han de contener mercurio, como un posible estímulo complementario en una divertida sesión de azotes. Los supositorios son otro elemento más que puede permitir una gran variedad de juegos a la pareja spanka. Desde la vergüenza derivada de su aplicación, hasta la excitación rectal con el consiguiente placer sexual, pasando – cómo no – por la típica escenita en que la spankee no quiere saber nada de la aplicación, siempre conveniente para su salud y bienestar, de medicación por vía anal.

La mejor forma de disfrutar con los supositorios es utilizar algunos como los de glicerina completamente inofensivos. Estos supositorios que son indicados para personas con grados mínimos de estreñimiento se venden sin receta médica incluso en el supermercado. Sin embargo son inocuos desde el punto de vista de efectos colaterales.

Los azotes pueden venir antes o después, como forma de convencer a la spankee de la necesidad de aplicarle un supo o bien después de una buena azotaina para completar su educación y que vaya viendo de qué va la película.



El supositorio tiene reminiscencias de las penurias del mundo infantil. Si bien muchos spankos están ufanos de no haber recibido nalgadas en su infancia, muy pocos se deben haber librado de esos temibles obuses anales. Siempre ha habido, en toda familia que se precie, un tío, una tía, una abuela o una vecina entusiasta de la administración de supositorios a la primera de cambio.


Me gustaría saber qué piensa nuestra amiga Mayte de la aplicación de un supositorio e inmediatamente un confinamiento en el rincón para gozar o sufrir sus intestinas sensaciones y reflexionar profundamente sobre los aspectos del comportamiento a mejorar.



Los supositorios encierran varios misterios y paradojas, uno de ellos es por qué los arquitectos les gusta erigir edificios con forma de supos, como es el caso de la Torre Agbar de Barcelona y la contradicción principal de estos objetos es que su introducción correcta se lleva a cabo por su parte roma y no por su parte más aguda como indicaría la lógica balística.


Al final pensaremos que los spankos tenemos una fijación con el erotismo anal.


domingo, 25 de marzo de 2007

¡PIM! ¡PAM! ¡PLUG!


Autor: Fer

Hoy hablaremos de una maravilla de la industria de la juguetería para adultos llamada Plug anal o tapón anal que tan bien complementa, acompaña y completa nuestros juegos predilectos.
En otros artículos de este blog, como por ejemplo Spanking y erotismo anal o en Juguetes para adultos hemos comentado ampliamente la afición de los spankos por todo lo anal, por lo tanto no nos extenderemos en este punto y daremos por asumido que a los spankos nos gustan mucho, en general, los juegos anales. Cosa que, por otra parte, compartimos con una inmensa cantidad de vainillas y de aficionados a otros juegos.
En algún célebre video de spanking el plug tiene un papel preponderante y yo he de confesar que aplicar un plug a la spankee teniéndola situada en posición OTK es algo que me excita muchísimo. Quiero insistir en este artículo una y otra vez que este juego debe ser sano en todos los sentidos, tanto en las condiciones de seguridad, para prevenir desgarros; como en la de evitar el dolor, utilizando lubricantes apropiados (con base de agua) y permitiendo que el ano se dilate por medio de la relajación natural de su anillo muscular y, por supuesto, condiciones de higiene máximas.
Precisamente una de las grandes ventajas del plug es que está pensado para ser introducido en el recto y como tiene un tope no corre el peligro de ser "abducido" por el intestino. En todos los departamentos de urgencias de los hospitales unas cuantas veces al año ingresan personas que han sufrido este tipo de accidentes con la introducción anal de vibradores, pastillas de jabón, envases más o menos fálicos de desodorantes y un sinfín de objetos. La mayor parte de las veces se extraen mediante endoscopias, pero en algunos casos se ha tenido que proceder a una intervención quirúrgica.



Los plugs son un complemento perfecto al juego de los azotes ya que se pueden utilizar en varios momentos de la escena. Por ejemplo para que la spankee guarde penitencia en el rincón y reflexione mejor sobre su conducta, puede tener insertado un plug y ¡ay de ella! Si se le sale. Para eso conviene poseer plugs de varios calibres prefiriéndose siempre los tradicionales de forma anatómica.






Por otra parte un juego de plugs es una herramienta muy buena para la iniciación al sexo anal, debido a que permite una dilatación gradual, no traumática y controlada. Los plugs están hechos de muchos materiales tales como silicona, acero, cristal o látex. También los hay de varios formatos, incluso con forma de pene. En algunos casos los fabricantes han sido muy imaginativos y les han agregado una especie de cola de caballo. Algunos plugs, más técnicos, son mixtos entre plug y cadena de bolas chinas anales.





También hay un modelo que es además hinchable y tiene vibrador. Este tipo de plugs son recomendables para alguien que ya tenga una cierta familiaridad con los tapones básicos, de lo contrario se corre el peligro de producir un desgarro puesto que toda manipulación de la zona anal ha de ser hecho de forma muy delicada y en una pareja de juegos que tenga una gran confianza recíproca.


El plug puede jugar un papel puramente de acrecentamiento del placer mecánico o bien un papel simbólico que puede ser adjudicado por los jugadores como un premio, como un castigo, como un signo de sumisión, como un signo de todo lo contrario… como en otros juegos sexuales, las reglas no están escritas.


También el plug, para un spanker hombre o spankee hombre, sin complejos ni tabúes extraños, es un utensilio muy placentero en los juegos con su spankee o su spanker. Para eso la industria ha creado un plug específico masculino, una de cuyas marcas comerciales es Aneros, que estimula el llamado punto P o zona prostática, lo cual puede aumentar la consistencia de las erecciones y permitir intensidades insospechadas del orgasmo masculino. La utilización de un plug o un dispositivo del tipo Aneros en el recto de un hombre es un hecho independiente de la orientación sexual del spanker o spankee varón y también del rol que se juegue con los azotes. No es precisamente un objeto (de placer) que no pasa de ser un juguete para adultos lo que determina una orientación sexual o un rol spanko. Algún día también, en esta misma línea, hablaremos de los placenteros masajes prostáticos en el juego spanko.



La idea es que tanto en una relación spanker/spankee de larga duración o en relaciones ocasionales, vale la pena introducir, y nunca mejor dicho, un plug. Eso sí, manteniendo de forma rigurosa las precauciones de salud elementales tales como cubrir siempre el plug con un preservativo, no introducirlo en la vagina después del ano, no pasar de un ano a otro, etc.
Me gustaría mucho que me dieses tu opinión, que me cuentes tus experiencias o que lo pruebes y nos lo cuentes aquí.