viernes, 17 de mayo de 2019

Lewis Bald

En el siglo XIX el interés por el spanking erótico fue en aumento, y esto  se vio reflejado tanto en literatura como en ilustraciones y fotografías.
Lewis Bald, fue uno de los principales ilustradores de esos tiempos. Se dedica sobre todo a mostrar  spanking por y para damas de la Época Victoriana. Los castigos son administrados en hermosas habitaciones, y las damas no suelen estar desnudas del todo, sino que llevan corsés, enaguas, y encajes, que aportan a la escena una alta dosis de erotismo y sensualidad.



Autor: Marita


4 comentarios:

Anónimo dijo...

sí, tiene un toque morboso, no se si por el retro o qué, que invita a experimentar, sugiere mas que muestra, y eso es excitante.

Anónimo dijo...

Waaoo que interesante ese dato del siglo XlX

Carla Mila dijo...

Enhorabuena por el blog.
Lo visito periódicamente, y si, efectivamente, uno de los pocos que se actualizan.
Mi más sincera enhorabuena
Saludos
Carla Mila

chema dijo...

Esos mazos de ramas debían escocer, arder y picar lo suyo en todas las pompas sin excepciones. A saber qué utilizaban en la privacidad a escondidas del artista y de los castigos en público, quizá ese instrumento era para hacer la foto y dar una rápida reprimenda a los chic@s marineros y campesin@s. La época victoriana es muy iconográfica de la rigidez de espíritu en ese sistema de clases británico, así que la disciplina de la época con los castigos en las nalgas desnudas tuvieron que ser el pan de cada día en muchas aulas y azoteas convertidas en mazmorras de esas enormes casas con multitud de buhardillas y chimeneas!

Seguro que algún número romano como símbolo de la forma de las nalgas apareció a pie de alguna obra de los gobernadores, clase aristócrata o incluso del rey Edward VII. Me lo imagino siendo observador privilegiado en secreto de alguna aula donde aplicaban con la vara soberanos correctivos a los díscolos alumnos y alumnas (vestidos de marineros con pantalón acampanado bajados hasta los tobillos) ante las miradas cándidas y ruborizadas de tod@s sus compañer@s.

Las órdenes de arriba para mantener tal costumbre, voluntad del dulce fetiche del poderoso (y del capricho pervertido de sus damas), trayendo a los más rebeldes a sus cámaras escondidas de palacio para experimentar calmadamente sesiones especializadas entre la extravagante élite aristocrática y nobleza, cuyo deber era cuidar de la sociedad

Un cálido saludo! :-)