Tú crees que empiezas a seducirme en el momento de nuestro
encuentro, pero ignoras que el poder de tu seducción ha comenzado mucho antes.
Se inicia con tu mensaje en mi teléfono, diciéndome a que hora me recogerás, continúa en mi bañera preparando mi cuerpo para tí, sigue con la apertura de el cajón, donde guardo esa ropa interior que tanto te gusta y prosigue cuando cierro los ojos e imagino, como apartarás esa ropa interior de mí
Y cuando finalmente nos encontramos, mi mal disimulada agitación te dice, que llevo horas siendo siendo seducida por ti.
Autor: Marita Correa
1 comentario:
y se le suma el anhelo de que él pueda imaginar, todo eso que se siente en esos momentos previos.
Abrazos,
Julia III.
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