jueves, 12 de diciembre de 2013

Comunicación

Fotografía de Marius Filipoiu
Mi pareja ha desarrollado la habilidad de leer mi mente, dice que mi falta de comunicación, le ha obligado a ello.  Por supuesto,  nunca he estado de acuerdo con esto, aunque recientemente me he dado cuenta de que "quizás" pudiera estar en lo cierto.
Hace unos días hubiese querido que utilizara ese don, necesitaba que me azotase,  lo deseaba y mucho, sin embargo, debido a ciertos problemas en su trabajo, la semana estaba siendo bastante complicada para él y no estaba como para adivinar. Al medio día llegaba a casa con el tiempo justo y por las noches estaba agotado. Yo no encontraba el momento adecuado para pedírselo, le mandaba ciertas señales, pero reconozco que mis señales pueden ser algo confusas a veces, ponerlo de mal humor o provocarlo de algún modo no va conmigo, además esta vez los necesitaba eróticos.
El jueves,  mi nerviosismo iba aumentado, y pensé que el viernes por la noche sería el mejor momento para ir a por ello, pero el viernes por la mañana, recibí la maravillosa noticia que sus padres pasarían fin de semana con nosotros.
Durante esos dos días y medio, estuve huraña, tensa, silenciosa e inmersa en mi propio mundo.
El lunes después de dejar a mis suegros en la estación, recibí un mensaje en el móvil que decía: ¿Me lo pedirás hoy?
No podía creerlo, ¿Lo sabia? ¿Desde cuando? Y si lo sabía, ¿Porqué me estaba haciendo "sufrir" de esta manera?
Cuando regresó a casa tuvimos una larga conversación y me dijo que no jugaríamos,  hasta que no le dijera porque no había sido capaz de pedírselo. Tras varias respuestas que no lo convencieron,  ni a mi tampoco, reconocí la verdad y es  que me daba vergüenza pedírselo, no podía creer que a estas alturas me diese vergüenza, el comenzó a reírse e incluso le pareció delicioso,  yo sin embargo, estaba abochornada.
Tras la confesión,  al fin obtuve lo que tanto había deseado, algo que podía haber disfrutado muchos días antes, y he aprendido,  que la comunicación es esencial y siempre es mejor hablar de las cosas, por tontas que te parezcan, que callarte y esperar que adivinen lo que deseas.

Autor: Marita Correa

1 comentario:

Evelyn dijo...

Sorprende que no sea la única que le cuesta expresarse para pedir un juego spanko jejeje, aunque como "excusa" diré: prefiero provocar :P