Autor: Ana K. Blanco
¿Hay algo más terrible que una promesa incumplida?
Los psicólogos infantiles recalcan a los padres que cuando prometan algo a sus hijos lo cumplan, sea bueno o malo, sea premio o castigo. ¿Por qué? Porque si no lo hacen perderán credibilidad ante ellos.
Personalmente me ha pasado algo similar en mi rol de spankee, al escuchar amenazas de parte del spanker:
“Ya verás cuando lleguemos a la casa”
“Dejar las verduras en el plato no está bien. Ya te enseñaré a comer correctamente, aunque sea con azotes”
“Si no dejas ya mismo de beber alcohol, te castigaré delante de todos”
“Esa contestación sólo ha agregado 20 azotes a tu castigo”
“Anotaré esa falta a tu lista de impertinencias”
“Te lo advierto: otra tontería como esta y sentirás estallar mi cinto contra tu culo”
Y como esas podría agregar mil más, pero seguramente el lector lo hará por mí.
No hay cosa que más me excite y me prepare para el juego, que el oír amenazas. Escuchar la voz del spanker detrás de mí, susurrándome o hablándome con voz recia, firme, mientras me promete un castigo diciéndome que me azotará con más o menos rigor, hace trabajar mis neuronas y pone en funcionamiento el primer órgano sexual: el cerebro. Eso si está junto a mí, pero esta situación también puede darse por medio de mails, llamadas u otro tipo de comunicación, donde se va previendo u organizando un próximo encuentro:
“Te aconsejo que no agregues más castigos a los que ya te has ganado”
“Mano, cinto, paleta, vara mojada… Continúa con esa arrogante actitud y seguiremos sumando azotes e instrumentos a nuestro encuentro”
“Prepárate para la azotaína más humillante que hayas tenido”
“Sería bueno para tu culo que no sigas tensando mi paciencia”
“De acuerdo. No serán 100, sino 120 los azotes que recibirás. ¿O prefieres que sean 150?”
No sé que les pasará o qué pensarán las demás spankees, pero a mí, particularmente, me excita, hace que mi imaginación se libere y cree en mi mente lo que pueden llegar a ser falsas expectativas, porque pueden pasar dos cosas: que el spanker cumpla sus promesas o, más probablemente y por el motivo que sea, puede que no haga nada.
Si cumple lo que prometió, como debería ser, entonces más vale que vaya preparando varios paños tibios para ponerme en la cola, además de la crema anti-inflamatoria, masajes, saltitos y súplicas. Pero un spanker “enojado” no oirá ruegos, ni súplicas, ni lo conmoverán mis llantos, ni habrá razones valederas para que se detenga, excepto la pronunciación de la palabra clave.
También está la posibilidad más segura: que no haga nada incumpliendo sus promesas. Y allí mi mundo se vendrá abajo, desmoronándose como un castillo de naipes. Todo lo que me había imaginado, las fantasías que había tenido, las ilusiones, las ideas y la visión de lo que pasaría y que había acrecentado mi morbo por días… desaparece. Entonces viene la frustración, las preguntas como “¿qué habrá pasado para que no me azotara como prometió tantas veces?”
Pero trataré de ser justa: aquí no sólo los spankers no cumplen sus promesas a las spankees, aquí también aparecen las spankees que luego de comportarse como la perfecta mujer traviesa, contestataria, desobediente, rebelde… La que luego de azuzar y provocar al spanker, de pedir a gritos una o mil azotaínas, llegado el momento de la verdad, se niegan a ser azotadas. ¿Por qué? porque tienen un compromiso con otro hombre, porque están temerosas de lo que les pueda ocurrir, porque les da vergüenza y no están dispuestas a que el spanker las vea sin bragas… o por otras razones que seguramente habrá.
La únicas razones que yo aceptaría para cancelar una sesión, sería que no nos conociéramos y al momento de vernos y charlar, uno o ambos sintiéramos que no hay química entre nosotros o que el estado de ánimo que tengamos en ese momento no nos permita jugar.
¿Y qué sucede cuando algo así ocurre? ¿Qué consecuencias tiene el hecho de que una u otra parte no haya cumplido con su promesa? Pues es muy simple: pierde credibilidad. Y si yo no le creo al spanker sus amenazas, ¿qué gracia, qué sentido tiene? Si el spanker sabe que soy pura boca, que sólo provoco, pero que al momento de la verdad no acepto ser nalgueada, dejará de buscarme para jugar.
Así que me atrevo a sugerirles a los spankers, hombres y mujeres, que no prometan ni amenacen con algo que no piensan hacer, que no prometan lo que no van a cumplir porque están poniendo en juego su palabra y su credibilidad. Lo mismo va para las y los spankees: no provoquen la ira del spanker si después no van a aceptar o soportar el castigo.
Con eso los spankers evitaremos que se corra el rumor de que son “blandos” y las spankees “calienta-braguetas”, como calificó a algunas mujeres un querido spanker.
Antes de retirarme hago una pregunta a los lectores: ¿Cómo eres tú? ¿Cumples tus promesas o “reculas en chancletas” como decimos en mi país, o sea, das marcha atrás en tus decisiones?
Los psicólogos infantiles recalcan a los padres que cuando prometan algo a sus hijos lo cumplan, sea bueno o malo, sea premio o castigo. ¿Por qué? Porque si no lo hacen perderán credibilidad ante ellos.
Personalmente me ha pasado algo similar en mi rol de spankee, al escuchar amenazas de parte del spanker:
“Ya verás cuando lleguemos a la casa”
“Dejar las verduras en el plato no está bien. Ya te enseñaré a comer correctamente, aunque sea con azotes”
“Si no dejas ya mismo de beber alcohol, te castigaré delante de todos”
“Esa contestación sólo ha agregado 20 azotes a tu castigo”
“Anotaré esa falta a tu lista de impertinencias”
“Te lo advierto: otra tontería como esta y sentirás estallar mi cinto contra tu culo”
Y como esas podría agregar mil más, pero seguramente el lector lo hará por mí.
No hay cosa que más me excite y me prepare para el juego, que el oír amenazas. Escuchar la voz del spanker detrás de mí, susurrándome o hablándome con voz recia, firme, mientras me promete un castigo diciéndome que me azotará con más o menos rigor, hace trabajar mis neuronas y pone en funcionamiento el primer órgano sexual: el cerebro. Eso si está junto a mí, pero esta situación también puede darse por medio de mails, llamadas u otro tipo de comunicación, donde se va previendo u organizando un próximo encuentro:
“Te aconsejo que no agregues más castigos a los que ya te has ganado”
“Mano, cinto, paleta, vara mojada… Continúa con esa arrogante actitud y seguiremos sumando azotes e instrumentos a nuestro encuentro”
“Prepárate para la azotaína más humillante que hayas tenido”
“Sería bueno para tu culo que no sigas tensando mi paciencia”
“De acuerdo. No serán 100, sino 120 los azotes que recibirás. ¿O prefieres que sean 150?”
No sé que les pasará o qué pensarán las demás spankees, pero a mí, particularmente, me excita, hace que mi imaginación se libere y cree en mi mente lo que pueden llegar a ser falsas expectativas, porque pueden pasar dos cosas: que el spanker cumpla sus promesas o, más probablemente y por el motivo que sea, puede que no haga nada.
Si cumple lo que prometió, como debería ser, entonces más vale que vaya preparando varios paños tibios para ponerme en la cola, además de la crema anti-inflamatoria, masajes, saltitos y súplicas. Pero un spanker “enojado” no oirá ruegos, ni súplicas, ni lo conmoverán mis llantos, ni habrá razones valederas para que se detenga, excepto la pronunciación de la palabra clave.
También está la posibilidad más segura: que no haga nada incumpliendo sus promesas. Y allí mi mundo se vendrá abajo, desmoronándose como un castillo de naipes. Todo lo que me había imaginado, las fantasías que había tenido, las ilusiones, las ideas y la visión de lo que pasaría y que había acrecentado mi morbo por días… desaparece. Entonces viene la frustración, las preguntas como “¿qué habrá pasado para que no me azotara como prometió tantas veces?”
Pero trataré de ser justa: aquí no sólo los spankers no cumplen sus promesas a las spankees, aquí también aparecen las spankees que luego de comportarse como la perfecta mujer traviesa, contestataria, desobediente, rebelde… La que luego de azuzar y provocar al spanker, de pedir a gritos una o mil azotaínas, llegado el momento de la verdad, se niegan a ser azotadas. ¿Por qué? porque tienen un compromiso con otro hombre, porque están temerosas de lo que les pueda ocurrir, porque les da vergüenza y no están dispuestas a que el spanker las vea sin bragas… o por otras razones que seguramente habrá.
La únicas razones que yo aceptaría para cancelar una sesión, sería que no nos conociéramos y al momento de vernos y charlar, uno o ambos sintiéramos que no hay química entre nosotros o que el estado de ánimo que tengamos en ese momento no nos permita jugar.
¿Y qué sucede cuando algo así ocurre? ¿Qué consecuencias tiene el hecho de que una u otra parte no haya cumplido con su promesa? Pues es muy simple: pierde credibilidad. Y si yo no le creo al spanker sus amenazas, ¿qué gracia, qué sentido tiene? Si el spanker sabe que soy pura boca, que sólo provoco, pero que al momento de la verdad no acepto ser nalgueada, dejará de buscarme para jugar.
Así que me atrevo a sugerirles a los spankers, hombres y mujeres, que no prometan ni amenacen con algo que no piensan hacer, que no prometan lo que no van a cumplir porque están poniendo en juego su palabra y su credibilidad. Lo mismo va para las y los spankees: no provoquen la ira del spanker si después no van a aceptar o soportar el castigo.
Con eso los spankers evitaremos que se corra el rumor de que son “blandos” y las spankees “calienta-braguetas”, como calificó a algunas mujeres un querido spanker.
Antes de retirarme hago una pregunta a los lectores: ¿Cómo eres tú? ¿Cumples tus promesas o “reculas en chancletas” como decimos en mi país, o sea, das marcha atrás en tus decisiones?
21 comentarios:
¡¡Hala, qué artículo más bueno Ana K.!!
Creo que podría caber en las dos categorías, unas veces cumplo y otras salgo corriendo.
También me he encontrado al mismo spanker cumpliendo e incumpliendo...
Saludos
¡¡¡Pero que gran blog!!!
No se si soy spanker o spankee, la verdad si he dado palizas y me han dado a mi tambien... son exitantes, pero de vez en cuando, digo PARA MI, me parece descueve todo esto.
De igual forma, leer esto me produjo mucho... ¿como decirlo? ... ¡Placer!
¿Sabes? Te queria pedir un favor... de repente podrias publicar un articulo con listas de peliculas donde salgan escenas de nalgadas... pero no esas de vaqueros antiguas que no las encuentro exitantes... algo asi como cine español... onda "El rey del rio"... esa tiene una escena de azotes muy buena...
Bueno, una opinion y sugerencia.
Saludos a todos!!!
UNA GRAN MANO NALGUEADORA
Estan, segun Ana, los spankers que cumplen sus amenazas y los que no las cumplen. ¿Y los que no hacemos amenazas? ¿seremos spankers? ¿o simples adoradores de las nalgas femeninas, que gustan de verlas enrojecerse sin ningun sentimiento disciplnario?
Gracias a todos por sus opiniones. Ahora, a ver mi sesudo don Vita: los spankers como usté para mí entran en la categoría de los que cumplen, porque sus nalgadas son puramente eróticas y simplemente espectaculares. Nalguean por el gusto de nalguear, y la spankee recibe esas nalgadas también de puro gusto, sin motivos, sin razones, por puro placer. Nada más y nada menos que por placer.
Entonces la spankee no se puede sentir defraudada porque nada espera excepto el disfrute del azote por el azote mismo.
Pero qué quiere que le diga don Vita, a veces este tipo de azotaínas se vuelven un poquito sosas, demasiado naturales, como comer una ensalada sin aderezo o una comida sin sal.
Y de vez en cuando... aunque esté fuera de la dieta... me gusta agregarle sal. Pero siempre y cuando sea consensurado y salga naturalmente. De lo contrario... puede salir demasiado especiado o seguir soso porque hay una de las partes que no siente lo que está haciendo. ¿Me expliqué?
Ahora, para terminar don Vitabar, dejeme decirle que yo disfruto la nalgada por la nalgada misma, lo demás lo tomo como una "yapa". Besotes al spanker más analítico del Uruguay!
Gran mano nalgueadora:
Si te han dado y has recibido azotaínas, entonces eres switch! Debe de ser grandioso, no? Disfrutar ambos roles.
Sinceramente no tengo idea de dónde puedes ver películas con escenas de nalgadas, pero te sugiero que entres a páginas como YOUTUBE y busques bajo "spanking" y te saldrán montones de videos sobre este tema.
Quizás alguien aquí te pueda dar mejor indicaciones que yo sobre otros lugares.
Saludos!
Para la Gran Mano Nalgueadora, puedes encontrar los vídeos en dailymotion, pones spanking y podrás encontrar unas decenas de ellos, no son pelis enteras, son escenas especificas de spanking, para las pelis enteras, sé que hay un blog en el que tienen una lista de ellas pero ahora mismo no lo recuerdo, seguro que alguien lo hará por mi...
Besos
Es verdad lo excitante de esas amenasas... saben lo que es terrible, cuando te advierten así como en broma, ejm. tu sabes que te portaste mal y lo vas a recibir, peo tu spanker sólo te dice... bueno mañana lo vemos... y tu ¿Queee?!!!! todo el día pensando en los azotes y sólo recibes un "mañana" ni siquiera un mañana te dejo el culo como tomate o mañana vas a ver señorita....
En fin... se dan cuenta de mi suplicio jajajajaja
Besos
Nota: Fer aun vive?
Spankaditancia
Qué tema tan común y tan recurrente querida Ana Karen.
Efectivamente... las amenazas para algunos son un aspecto delicioso del juego que incluso excita... pero... como bien dices... también crea espectativas que... es verdad... provocan cierta frustración si no se cumplen... entonces nada como decírselos claramente para la próxima amenaza: "no te creo nadaaaaaaaaaa"... acompañada la frase de una buena trompetilla!... no? y entonces posiblemente... esta escarniada amenaza... sí la cumplan! ja! ;)
Pues acá en España hay un dicho: "perro ladrador poco mordedor", así que mejor no amenazar demasiado y si pasar a la acción, o sea, al calentamiento de traseros ;)
Bueno Ana Karen, un gran placer leerte de nuevo.
Debo confesar que a veces si me arrepiento de mis amenazas porque ya en la práctica se me hacen demasiado, pero eso sí, al final las cumplo. Tuve la suerte de contar con una spankee que no se amedentra facilmente, ella suele ir más allá de mis amenazas. Lo que también me ha pasado y ya que lo mencionó Ana K, es encontarme con una mujer con la que no hubo ninguna química al conocernos en persona y ahí sí, todos las amenazas y juegos previos ya están de más
Hola, desde Barranquilla, Colombia, te envío un caluroso saludo y mis felicitaciones por tu blog y por su contenido en especial. Te invito muy cordialmente a que visites el mio, donde estan consignados mis poemas.
Espero tus valiosos comentarios.
www.mandalaspoemas.blogspot.com
Un abrazo,
Víctor González Solano
Me gusta "prometer" y amenazar. Me encanta crear el ambiente. Utilizo bastante la amenaza, el describir lo que pasará, el hacer, incluso, listas de faltas y listas de castigos por ellas...
Generalmente incumplo... pero, porque una vez sucede el encuentro... las circunstancias varían, el castigo se transforma, las faltas aumentan...
Pero, siempre siempre sucede algo. Y la spankee, si se atreve, nunca queda decepcionada... Al menos, su trasero no conoce la decpecion, no... eso no.
Bilbo
¡¡¡Hola... excelente artículo!!! Lo de "promesas incumplidas" en mi caso me hace recordar una experiencia mala que tuve con un spanker...
Bueno, claro está.... ¿de las cosas malas también aprendemos no?
Soy spankee de Venezuela y ahora que me encuentro de vacaciones y tengo un poco mas de tiempo me he dedicado a leer sus excelentes artículos y a incursionar en el mundo de los blogs sobre nuestra aficción que lo siento muy placentero.
Les dejo mi link y verlos pronto por allí y así poder compartir e intercambiar ideas.
Un beso.
Bella.
http://spankingvenezuela.blogspot.com/
Otra promesa incumplida puede ser mantener el blog actualizado, no Fer?
Pienso que si, que hay algo peor que una promesa incumplida. Ademas de eso, que quieran hacer creer que no llevas razon cuando llamas la atencion sobre ese punto. Eso ya es lo peor que se puede hacer, desde mi punto de vista, en una relacion spank. No cumplidores y encima quererte hacer "comulgar con ruedas de molino".
En fin......Saludos
These are fantastic pix.
Enhorabuena Fernandito querido, medio millón de visitantes y eso sin actualizar desde el precámbrico...
Un beso y felicidades
El artículo de Ana K. es excelente y además nos permite una visión humorística y vital a un tema que se ha tratado muchas veces. Aquí lo importante es la forma de abordarlo.
Otra gran virtud de este artículo ha sido la de generar comentarios muy interesantes tanto de los amigos que habitualmente participan como de algunos nuevos amigos.
Algunas como SAD con preguntitas impertinentes, como no podría ser de otra forma en una spankee de pro.
Cometospk, hombre sabio, echa mano del inagotable refranero castellano, muy probablemente por lo sentencioso recopilado de los dichos de viejos spankers. Vitabarse muestra como un spanker ejecutor, nada de amenazas. Directo a la nalga.gavi nos recuerda uno de los recursos más clásicos empleados por la spankee para obtener la atención del spanker, la provocación y la burleta... conocemos a las de su clase.Un poco al estilo de una de tantas a la cual me muero de ganas de nalguear, y que conste que no es una amenaza! es un deseo.Aprovecho para saludar a todos los que se han animado a colgar sus comentarios, tanto blogueros como anónimos. Para los blogueros, recomiendo visitar sus blogs y escribir comentarios en ellos. Y a Dave como siempre le agradezco su esfuerzo en traspasar la barrera idiomática para estar con nosotros. Vaya pedazo de comentario! Lo siento por el rollazo!!!
Holis!
Antes que nada quiero agradecer a todos y cada uno por sus comentarios fabulosos.
Todos los comentarios me han gustado mucho, pero éste último de Fer a Una de Tantas es impresionante y resume lo que yo digo: "...a la cual me muero de ganas de nalguear...no es una amenaza, ES UN DESEO". Y en el deseo se quedan. ¡Típico spanker!
Gracias Fercito de mi alma por darme la razón. MUACKK! jijijijijiiiii...
Me ha encantado este post, porque a veces soy yo quien provoca el castigo si mi Papi no revisa mis faltas semanales y otras espero y desespero porque parece que se ha olvidado de mi. :P
Miauuu =^.^=
Hola,acabo de descubrir vuestra web (me encanta) asique, aunque es un post antiguo, me gustaría plantear una situación que no se contempla: cuando el castigo se cancela muchas veces, pero por causas ajenas los participantes (como en los deportes,je,je).
Mi pareja y yo somos 2mujeres cumplidoras pero, por el trabajo de ella, en algunas ocasiones tenemos que cancelar un castigo; y es igual de frustrante.
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