miércoles, 22 de noviembre de 2006

La negación de la evidencia


Autor: Fer

Una película canadiense llamada C.R.A.Z.Y. me hizo pensar en todas aquellas personas que viven conflictivamente sus fantasías de azotes.

No quiero quitarles el trabajo a los críticos de cine, pero voy a comentar brevemente esta película, en la que no hay azotes. El argumento es muy simple, se trata de un chico, el hijo más pequeño de una familia católica de Québec, la Provincia del Canadá en donde se habla francés, que se va percatando que su orientación sexual es hacia las personas de su mismo sexo. La acción se inicia en los años sesenta, en el seno de esta familia numerosa, convencional, de clase media-baja. El protagonista, que adora a su padre, entra en una en una gran contradicción y pretende negar a toda costa su sexualidad. Vive su sexualidad, especialmente en su pubertad, como si de renegar de su padre se tratase. Se trata de un chico muy inteligente y con un gran don de empatía con el prójimo, que percibe que si acepta su condición de gay, esto aparejará la pérdida del afecto de su padre.

La acción se desarrolla en varios momentos de la vida de Zacharie Beaulieu, el protagonista, que a lo largo de toda la película se debate entre su homosexualidad y el deseo de no defraudar a su padre representa un rol hipermasculinizado como antídoto a su verdadera naturaleza. La banda musical de la película es excelente con Pink Floyd, David Bowie, Pasty Cline y los Rollings, así como, de forma recurrente, "Emmène-moi au bout de la terre" (Llévame al fin del mundo) de Charles Aznavour.

Este verano y otoño he mantenido correspondencia con varios spankos, especialmente mujeres. Para ellas las fantasías de recibir nalgadas son un elemento perturbador de primer orden que les aporta sufrimiento y contradicción con su entorno social, especialmente con parejas con las cuales hay paz y armonía. Estas mujeres temen a su propio mundo interior. De alguna manera son como el protagonista de la película. El desarrollo de sus fantasías puede, desde su propia perspectiva, subvertir todo el orden de su universo particular.

Esta película nos recuerda que las fantasías sexuales no son algo que se pueda desligar de nuestra persona, sino que son de cierta forma, a mi manera de ver las cosas, la representación misma de nuestra persona y provocan mucho sufrimiento si quedan enfrentadas a otros aspectos más integradores de nuestras vidas. Sin embargo, tal como en la película, en la cual se nos narran varias etapas de la evolución del personaje y de la resolución del aparente nudo, en la vida de una criptospankee, tal vez cada una trazando su propio camino, pueden haber varias vías para resolver el conflicto.

Es cierto que hoy en día, en los países desarrollados el ser gay o lesbiana se acepta más o menos a regañadientes, pero se acepta al fin. Lo de ser aficionado a los azotes, no estoy tan seguro que hoy por hoy se vea con tan buenos o regulares ojos. Sin embargo, creo que una persona que tiene fantasías con deliciosos azotes eróticos y estas le resultan perturbadoras, lo primero que ha de hacer es reconciliarse consigo misma y en todo caso no enfrentar sus fantasías al resto de su vida y viceversa. Probablemente en muchos casos es importante compartir estas vivencias con otras personas y para esto internet es maravilloso y por último como decía Oscar Wilde, la mejor manera de evitar la tentación es caer en ella.

Muchas veces la práctica de la fantasía, la puesta en escena en la realidad, le quita una gran parte de su poder desestabilizador. Es como cuando en las películas de guerra el sudoroso soldado acaba de quitar el detonador a esa enorme y negra bomba ¡si hasta la música suele darnos un alivio!

En todo caso el sufrimiento sirve para otras cosas, el dolor, la muerte, la separación, la injusticia y un largo etcétera, pero ¡por favor! No para las fantasías sexuales, las fantasías sexuales son nuestras y son para que las disfrutemos.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Vivan las Fantacías!!!

Más si son sexuales, llegar a concretar un pasaje sexual soñado es una meta que muchos tenemos y aun no podemos concretar, pero el tener la fantacía y no renunciar a ella es una bella forma de ver la vida en positivo, creer que creer es poder, saber que si es entre dos y a ambos les gusta, no existen problemas.

No tener fantacías, es negar la posibilidad de hacer los sueños realidad.

spankadistancia...ensoñadora y fantaciosa

Anónimo dijo...

Creo que en general, cuando alguien teme no ser aceptado por su sexualidad, es él mismo el que encuentra algo malo en ello, sea esto la homosexualidad, las fantasías con azotes, con el sexo forzado o tantas otras. O sea, que el prejuicio está en uno mismo, si no ves nada malo en el spanking, dificilmente tendrás problemas de aceptación.


Saludos

Anónimo dijo...

Interesante artículo pero al final me perdí. Lo voy a leer otra vez a ver si me encuentro

Anónimo dijo...

Es muy interesante tener vuestros puntos de vista ya que este post, aunque no lo parezca parte de una reflexión muy profunda por mi parte, bueno, todo lo profunda que un cerebro de spanker permite, claro está. Sin embargo, entiendo que hache se haya perdido ya que no acabo de estar satisfecho con mi expresión en este artículo, realmente tengo dudas de haber logrado comunicar bien lo que quería decir. Gracias por leerme y comentar los artículos.

Anónimo dijo...

pero ¿ya vuelves a confundirnos?
¡a estas alturas!

h y hache. Dos. Distintas y parecidas. Como el no aceptarse y el esconderse, no es lo mismo aunque si parecido. Nos aceptamos en los demás y hasta que no seamos capaces de no escondernos no podremos decir que nos aceptamos.

Me ha dado envidia de tus dudas sobre tu expresión en el artículo y me ha salido un galimatías. Además ni siquiera estoy segura de esa opinión. Lo pienso mejor y ya te cuento.

Anónimo dijo...

Sin ánimo de ofender, me ha sonado a Vivo sin vivir en mi, que muero porque no muero...
Yo creo que os expresais de maravilla, tal vez es el concepto el que no está claro.

Un saludo

Anónimo dijo...

Según mi punto de vista de spankee reprimida,no es en realidad la fantasía la que te provoca "sufrimiento y perturbación". Después de todo, seguramente has vivido toda tu vida con esta fantasía y hace mucho tiempo que la has aceptado como parte de tí e íntimamente la disfrutas. Lo que provoca "perturbación" es el hecho de llevarla a la práctica, que pase a la realidad y deje tu intimidad, de la que eres dueño, para implicar a terceras y cuartas personas, parejas, hijos, que no forman parte del mundo spanko y que no lo entienden ni lo entenderán jamas. Lo que perturba es tener que vivir una segunda existencia, secreta y en paralelo que pese a que pueda ser gratificante en los momentos que la disfrutas, seguramente te proporciona desasosiego y ¿decimos remordimientos? de cara a las personas que estimas.

Anónimo dijo...

Me gusta este punto de vista. ¿Sabes que hay spankos que consideran que jugar fuera de su matrimonio o pareja no es infidelidad? Lo viven así, no se sienten infieles. No digo que deban sentirse, eh?, allá cada cual. (También sé de mujeres que se consideraban vírgenes manteniendo sólo sexo anal...u otros que al mantener relaciones con personas de su mismo sexo, se consideran exactamente igual de heterosexuales).

Luzbel, te entiendo, las segundas vidas deben ser muy difíciles de vivir.

Un saludo

Anónimo dijo...

Gracias Tane por tu comprensión. Cada persona es un mundo y cada mundo tiene sus propias reglas. Lo que es o no infidelidad desgraciadamente (o afortunadamente, según se mire) no está escrito en ninguna ley. Cada uno tiene que saber cuales son sus sentimientos y tener claros sus valores. Lógicamente tiene que haber gente para todo. Para mí el juego spanko es algo muy, muy sexual haya o no relaciones sexuales convencionales después de una sesión. Y siguiendo el razonamiento, una sesión fuera de tu pareja es infidelidad. Otra cosa es que se pueda o no mantener una doble vida. Yo personalmente lo dudo en mi caso, ya que el placer que encontaría en la relación spanko extraconyugal, por así decirlo, no creo que me compensara lo mal que me sentiría conmigo misma por hacerle el salto a mi pareja. Lo que entiendo perfectamente es que haya personas con un criterio tan respetable como el mío que no piensen así y puedan vivirlo libremente sin que les afecte emocionalmente. Si pueden disfrutarlo de esta manera, enhorabuena por que serán quizás más felices.
Un beso a todos
Luzbel

Anónimo dijo...

Me gusta mucho que este artículo haya suscitado reflexiones de bastante más calidad que la pobre expresión del autor en sí. Muchas gracias a todas por vuestras excelentes aportaciones.