Fútbol

Autor: Fer

El Fútbol Club Barcelona, el Barça, ha ganado una importante copa europea. La ciudad ha estallado en una peculiar alegría con petardos, gritos, gente por la calle y muchos claxons. Es evidente que no vibro con el deporte más difundido en el planeta, pero vivo en una ciudad que hierve en una peculiar alegría deportiva.



Un día, en las últimas jornadas de la liga, aparcaba mi moto no muy lejos del campo del Barça y mientras lo hacía pasaban riadas de personas que se dirigían al estadio, padres con sus hijos, hijos con su padres y unas cuantas parejas jovenes. Me fijé en una en especial, sus físicos encajaban perfecto en una pareja de spanker-spankee. Él un muchachote que pasaba de la adolescencia directamente a la madurez, cubierto por una bandera azul y grana y ella delicada, con aires insolentes, muy blanca de piel... la perfecta spankee. La cara de ella decía (claro, en mi calenturienta imaginación) "si gana el Barça a lo mejor me azota y algo más..."

Esa jornada deportiva ganó el Barça. Las leyendas urbanas de Barcelona dicen que las noches que gana el Barça se dispara el consumo de agua en la ciudad ¿agua procedente de bidé? eso nunca se sabrá. En todo caso me acordé esa noche y hoy de esa pareja que imaginé en un especial ritual de celebración futbolística.