martes, 25 de septiembre de 2018

¿De donde proviene el placer?




Cuando hablo de mi afición por los azotes, más de uno me ha llamado masoca, pero a un masoquista el dolor le proporciona placer, lo que no es mi caso,  por lo que es difícil explicar a un vainilla porque disfruto de los azotes, cuando temo al dolor y los azotes duelen y mucho.

Puede ser contradictorio que disfrutes con las nalgadas si el dolor no es lo que te hace gozar, muy al contrario, yo grito, lloro, suplico y cuando se  termina el castigo me siento ¡¡Satisfecha!!
Y es que todo lo que rodea al spanking es de lo más  placentero!


El poder puede ser muy sexy, así que aceptar el control de mi compañero,  sentirme sumisa, su tono de voz, su mirada, su dominio, todo eso me enciende y todavía las nalgadas no han llegado. Después del castigo, estoy al límite, excitada, lista para el sexo y dispuesta a experimentar el mayor de los placeres.



 Autor: marita


1 comentario:

gavi dijo...

Muy interesante e intrigante pregunta. Sabes que yo acuñé la frase "nalgada que no duele no sirve"? Y me sorprendo a mi misma con ese horror! ja, porque debo confesar que lo que menos me gusta del juego, es el dolor, pero también es cierto que, unas nalgaditas suavecitas... zzzzzzzz
Conociendo masoquistas globales, soy una burla junto a ellos, pero, pues qué le voy a hacer, me tengo que asumir como masoquistoide, porque si no se me arruina el placer con el dolor, pues algo de placer debe darme. En fin, yo sólo sé que no sé nada. :)