domingo, 2 de febrero de 2014

Loopy Johnny

El Loopy Jhonny es uno de los implementos de azotes menos conocidos en España, y aunque tampoco es de los más usados entre los spankos anglosajones, yo lo he conocido a través de ellos, por algún artículo en blogs, pero principalmente en relatos.
Lo denominan el instrumento silencioso, porque por lo visto el ruido que hace al azotar es mínimo y destacan también su comodidad y flexibilidad, para meterlo en cualquier parte, incluso en un bolsillo.
Está compuesto por un mango de madera o de cuero y de una a tres tiras, que se enlazan al mango en forma de bucle, estas pueden ser de caucho, de cuerda o de cuero, de varias longitudes, y la mejor postura para usarlo sería la de otk
Y puede que el instrumento sea muy tranquilito, ideal para no tener que poner música o la televisión a todo volumen, sin tener que preocuparte de los vecinos de al lado, pero según dicen, es de lo más doloroso. Lo comparan con la vara de rattan, y la mayoría sabemos el dolor que puede provocar ese chisme, pero si el loopy está compuesto de varias tiras, es aún peor que la canne, ya que golpea en varios puntos de las nalgas y no en uno sólo, por lo que hay que tener en cuenta algo esencial, y es la capacidad de aguante de la spankee, porque dudo que una sesión con el loopy johnny, se pueda sufrir en silencio.
Otro punto en contra del loopy johnny es su precio, en dólares unos 75, según modelo que elijas, aunque si eres manitas no hay problema, puedes fabricarte uno por tu cuenta. En el blog Finding our way, hay un estupendo artículo, donde viene explicado paso a paso como hacerlo, así que si sois de los que os gusta probar cosas nuevas, ya os podéis llegar a la ferretería, todos los materiales los podéis encontrar allí.
Con el loopy jhoony ocurre como con otros muchos implementos, para unos es adorable y para otros odioso, pero en lo que todos están de acuerdo es que es de los más insufribles, así que si os animáis a usarlo, ya sabéis, con precaución, muy poquito a poco, midiendo la intensidad, que los azotes sean un placer y no una tortura.

Autor: Marita Correa

2 comentarios:

Aguilon dijo...

f

nayadi dijo...

Lo probé una vez, uno de los de verdad, lo tenía un spanker con el que tuve varios encuentros y parecía muy usado. Para ser sincera no me gustó, es como si te pegasen con un cable, es muy doloroso y deja bastantes marcas.