Un spanker me
comentaba que no hay nada mejor que su mano para administrar un castigo. No le gusta el cepillo, ni el cinturón, ni
paddle, ni cualquier otro utensilio que
le impida el contacto de su mano con la piel de la spankee, y sentir como la
temperatura de sus nalgas va aumentando.
Sin embargo cuando la spankee es algo rebelde y vacilona sí que se ve
obligado a utilizarlos, pero sólo con un propósito, que ella misma vaya a
buscarlo y se lo entregue en mano. Hay veces que no se lo pone difícil y lo deja
a la vista para que ella lo encuentre con facilidad pero hay otras que le gusta
jugar con la spankee, escondiéndolos o poniéndolos en los cajones más bajos o
en la parte más alta del armario. El, mientras disfruta de la búsqueda, y la
observa desnuda de cintura para abajo, o
mejor todavía, arrastrando los pies, con
las braguitas a la altura de sus tobillos,
buscando por toda la habitación.
Entonces ella lo encuentra y es cuando se acerca el momento deseado, ese
en que la spankee le hace entrega del implemento escogido. Se acerca con
timidez, él extiende su mano, y algo que siempre se repite y lo hace
disfrutar, La spankee baja su mirada y
agacha la cabeza en el momento de la entrega
del objeto.
Ese momento de rendición, de sumisión total le hacen saber
que ha conseguido su objetivo pero sobre todo, lo hace sentirse orgulloso de
ser spanker
11 comentarios:
Ese momento es razón de mis fantasías de forma contínua y desde hace años. Un verdadero placer spanko. Normalm, costumbro agregar 'ahora sé una nena obediente y ve por 'x' instrumento'. Otras, le exijo q en la entrega me pida q la castigue pq sabe q se pasó de la rayita... Variedades de lo mismo: ese momento.
DL
Mmmmmm maravilloso articulo....que suscribo totalmente
Gracias Domme, gracias mariposas, me alegro mucho que os haya gustado, yo opino que es un momento exquisito para ambos.
Besos
Me gustó todo lo que nos has contado,Marita-
Un fuerte abrazo, guapa.
Querida marita, como a mi no va para nada la humillación, eso de andar con el culito al aire y casi trastabillando con los calzones en los tobillos, pues no me interesa, pero obedecer la llana orden de "tráeme el cepillo" o "el paddle" o qué sé yo... eso sí que me encanta!, pero he de decir también que como la sumisión total tampoco me va, soy rebelde dentro y fuera de mi personaje, pues me encanta verlo a los ojos mientras se lo doy, y ver esa mirada "severa" y regañona y verlo ordenarme "sobre mis rodillas, ahora" woooooooowwwww! Eso sí que me hace volar!!! :D
Es en realidad un momento muy especial que bien vale tu excelente post ;)
uauuu...sostener una mirada en ese momento es muy, muy uauuu.
DL
DL.... ;)
La entrega es la esencia de la sumisión y hay se concentra esa magia que hace vibrab al Dom y el sum.
Muchas gracias por su referencia anuestro blog.
Un abrazo.
L.Lorena y efe
Es muy interesante, mucho, y también muy honesto.Me ha gustado.
Muy bello articulo. Bueno para que nosotras sepamos como es importante toda y cualquiera entrega para ellos. Me he sentido como si fuera yo esta spankee, que sabia que iba ser más castigada aún por ello ......maravilloso artículo
Muy buena entrada. A mi se me hace imposible mirar a los ojos en ese momento. Ese momento de "entrega", me hace sentir dos cosas. Por un lado, la humillación de entregar el implemento de castigo, y por otro, mi "entrega" a nivel personal, aceptando el castigo.
Para rizar el rizo, en alguna ocasión he tenido que entregar un utensilio a mi spanker a la mano, pensando previamente cual era el adecuado para castigarme de manera adecuada. Ni que decir tiene, que si ella pensaba que era liviano para calentar mi trasero, llevaba doble ración... probaba el elegido por mí, y luego tenía que volver a entregar el adecuado, ya elegido por ella... por pasarme de listillo.
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