Medical y Spanking

Autor: Fer

Afortunadamente el mundo del spanking es muy diverso, caben en él muchas y variadas sensibilidades. Hoy quiero hablarte de los “juegos médicos” o “medical” combinado con los azotes eróticos consensuados entre adultos.

¿Quién no ha jugado a médicos de pequeño? Aquellos juegos de médicos y enfermeras que atienden a pacientes, juegos para los cuales incluso en reyes los padres regalaban un kit que a veces era utilizado más perversamente de lo previsto. En otras ocasiones no hacía falta ningún instrumento de juguete, la desbordante imaginación de aquellos tiempos convertía cualquier objeto en un fonendo, en una inyección, un termómetro o en un bisturí. En esos juegos se podía explorar el cuerpo de los otros, ver la desnudez, conocer las cavidades y protuberancias y hasta apreciar los cambios que las hormonas iban provocando en nuestros cuerpos.

Muchas personas adultas tienen intensas fantasías con las situaciones de exploración médica en la cual los elementos de dolor, vergüenza, humillación, dominio y sumisión y, en suma, excitación sexual, están más que presentes. Algunas personas incluso han vivido estas situaciones con sentimientos muy encontrados, por una parte de gran excitación y por otra de vergüenza por el carácter extemporáneo de la experiencia. No olvidemos que el médico e incluso la enfermera son personas que están socialmente habilitadas para ver y tocar nuestro cuerpo desnudo e incluso infringirle dolor. Todo el instrumental que rodea a la práctica de la medicina y de la enfermería, especialmente el más vintage es tremendamente sugestivo. Espéculos, inyecciones, sujeciones, sondas, pinzas quirúrgicas, guantes de látex, equipos de enemas con sus largas cánulas… todos estos objetos pueden echar a volar las fantasías de la persona más asexual. Por no hablar de los populares y temidos supositorios.

Hay algunas personas que ya en la vida adulta encuentran un gran placer en la recreación de estos juegos con la pareja sexual o incluso en grupo. Evidentemente en internet hay todo tipo de grupos, foros, blogs y tiendas de accesorios que incluyen ¡hasta la odontología erótica! Probablemente el número de personas que practica el “medical” no es muy numeroso y muchas veces se les clasifica dentro de la gran familia bdsm o entre los “fetichistas”, finalmente alguno más dice que se trata de parafilias… Muchas veces el adejtivo es “bizarre”, pero dejemos a un lado las clasificaciones,

Los juegos pueden ir desde los más ligeros como inspecciones mamarias, genitales y anales. Exploraciones más profundas, toma de temperatura rectal, aplicación de enemas y/o supositorios, masajes genitales o prostáticos; hasta juegos un poco más complejos como la aplicación de inyectables y en un grado muy alto, sondajes vesicales, colocación de férulas en extremidades e, incluso, pequeñas cirugías. Estos últimos son juegos que requieren consenso, confianza, seguridad y conocimientos muy altos.

En estos juegos hay grandes dosis de role-play y de age-play, es decir se juega con los roles siendo una de las personas médico o enfermera y la otra paciente y en muchas ocasiones el o la paciente finge, a efectos del juego, ser un jovencito o jovencita.

Todo esto va sonando cada vez más familiar. Si el juego médico se combina de alguna manera con el juego de los azotes tenemos un resultado que puede ser muy apetecible para muchas personas. Para mi lo es, siempre y cuando los azotes sean el “plato fuerte” y el juego medical sea muy ligero.

Sin duda muchos procedimientos médicos pasados y presentes tales como los enemas, los masajes de próstata y los entrenamientos del suelo pélvico son muy inspiradores para todos estos deliciosos juegos entre adultos. Si van aderezados con azotes, mucho mejor.

Un médico escolar gruñón que constata que la jovencita en cuestión fuma y bebe y debe castigarla por este hecho o, de lo contrario ponerlo en conocimiento de la estricta Directora de Estudios o de los mismísimos padres. El ginecólogo estricto que sabe que su paciente es adúltera y decide castigarla por este hecho. O la enfermera que se ve obligada a practicar un largo masaje de próstata y su paciente la castiga por excitarlo tanto. En el juego de azotes y medical se pueden construir mil y un guiones solo limitados por la imaginación y la seguridad.

Como muchas otras prácticas sexuales a muchos nos puede excitar y a otros dejarles indiferentes al punto de pensar o comentar “no sé cómo le puede excitar ESO”, creo que hemos de tratar en estos casos de ser empáticos – o sea ponernos en el lugar del otro y comprender sus percepciones y sentimientos – y practicar la comprensión y la tolerancia. Los juegos médicos pueden ser un gran complemento para una sesión de spanking, siempre y cuando sean del gusto de ambos o del grupo de juego.