"A veces hay que hacer algo imperdonable para poder seguir viviendo."

Autor: Fer

Comencemos por decir que en el cine comercial se ha estrenado una nueva película en la que hay dos escenas de azotes eróticos consensuados entre adultos. Dos escenas de spanking más bien pudorosas pero que, una vez más, contribuyen al debate y normalización de nuestros gustos y fantasías.

Se ha estrenado la película de ,David Cronembrerg director de cine canadiense autor de varias películas interesantes, sobre los inicios del psicoanálisis llamado Un Método Peligroso (A Dangerous Method) en donde se desarrolla una trama sobre los protagonistas de este nuevo método terapéutico y en donde hay una historia que incluye spanking.

El eje central de la película es la historia del inicial acercamiento de Carl Gustav Jung, interpretado magistralmente por Michel Fassbender, a Sigmund Freud (Viggo Mortensen) en los albores de la formalización del método terapéutica de “La Cura por las Palabras” o psicoanálisis derivado de la formalización por parte del vienés de una teoría que arranca con “La Interpretación de los Sueños”, el psicoanálisis, y su posterior ruptura.

La ruptura ocurre porque Jung, el discípulo de Freud 15 años mayor que él, practica el método psicoanalítico con una joven paciente rusa Sabina Spielrein (Keira Knightley) de la cual posteriormente se transforma en su amante y spanker.

A Jung que es un médico suizo casado con una mujer muy rica que se embaraza como una coneja y con la cual tiene una sexualidad convencional y aburrida esta historia le trastoca completamente y la pone en manos del Dr. Freud.

Sigmund Freud que defiende desde su piso de Bergstrasse, 19 en Viena (parte de la película está rodada en el verdadero piso en donde Freud vivía con sus 6 hijos su mujer y Mina su cuñada, sobre la cual las malas lenguas dicen que era su amante y, por supuesto, el servicio) la ortodoxia y el prestigio de su incipiente revolución psicoanalítica ve en este desliz y en la mezcla de elementos religiosos y filosóficos en “su” teoría, una grave desviación. Como consecuencia rompe con su discípulo e "hijo" Jung.

Es cierto que la película versa más bien sobre el conflicto entre ambos gigantes de la psicología del siglo XX, pero aflora la historia de un personaje, Sabina Spierein, más desconocido en el mundo del psicoanálisis quien sin embargo aportó fuetes intuiciones clínicas y sopló al oído de “Tío Sigmund” parte de la teoría que vincula la sexualidad con pulsiones de muerte, dicho de forma más mitológica: la eterna lucha entre Eros y Tánatos.

La película tiene cuatro escenas que a ningún spanko pueden dejar indiferente una es cuando Sabina Spielrein confiesa a su joven terapeuta que se masturba evocando los azotes que recibía de niña, otra cuando la paciente en un paseo por el bosque se pone cachonda perdida cuando Jung golpea con su bastón rítmicamente el abrigo de Sabina que se había caído al suelo y se había llenado de polvo y luego dos escenas, más bien pudorosas y cortas, de spanking.

Al parecer para Keira Knightley, la actriz que interpreta a Sabina Spielrein, las escenas de spanking representaron un momento de gran estrés. Por lo visto la actriz se tuvo que animar con unas copas de vodka para poder realizar las escenas por las que estuvo a punto de rechazar el papel. En general esta actriz sobreactúa en toda la película, pese a que dada la represión sexual a que estaba sometida la mujer en los inicios del siglo pasado su vitalidad erótica acababa saliendo a flote de alguna forma, en algunos casos con espectaculares cuadros histéricos. Desde luego en un ambiente de rechazo social a todo lo que se aparte de la sexualidad reproductiva y convencional una pulsión sexual un tanto diferente puede llegar a provocar un transtorno emocional de grandes dimensiones.

Quien realmente actúa a la perfección es Michael Fassbender, el actor que interpreta a Jung y que si bien el miedo a perder su condición privilegiada le hace ser relativamente prudente, la pasión que le despierta Sabina no le impide saltarse las normas éticas elementales de su profesión y azotarla y convertirse en su amante. Es el hombre convencional al cual el deseo y el amor transforman en un spanker.

El tercer hombre es Otto Grass (Vincent Cassel) un psiquiatra libertino que no cree en límite alguno que “cataliza” la disolución de los escrúpulos de Jung. Otto Gross, me parece, es un personaje ficticio. Si tengo tiempo lo investigaré ya que podría ser Otto Rank, discípulo del Padre Sigmund, pero en realidad Rank era un hombre de vida ordenada que rompió con el Patriarca por sus teorías sobre el trauma del nacimiento.

La película tiene mucho interés para mí y podría extenderme sobre la figura de Freud, sobre el trasfondo de la rivalidad arios-judíos o la inminencia de la Gran Guerra… pero hoy hablamos de un film que traslada al gran público una pequeñísima fracción de nuestro mundo del spanking y como dice el título del artículo tomado de una frase que se repite en la película "a veces hay que hacer algo imperdonable para poder seguir viviendo” y esto no es otra cosa que la tolerancia humana.

No hay duda alguna que el descubrimiento que efectúa el psicoanálisis del lado oscuro de la mente humana es comparable, como lo hace Freud en la película tomando un café en la burguesa ciudad de Viena, con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón un nuevo mundo que no se sabía en aquél momento de qué se trataba. Tampoco hay duda alguna que David Cronemberg es un director de cine capaz de hacer una película como Crash en la que bucea en aficiones sexuales, en este caso relacionadas con los accidentes de coches, que puede ser que no sean las nuestras pero que a sus protagonistas les hace buscar el límite entre la vida y la muerte, Eros y Tánatos.

Nota: aún no hay videos de las escenas en la red, cuando los haya los agregaremos aquí