Un hombre puede estar atractivo en vaqueros, bañador, en boxers, sin ellos, pero si hay algo que los vuelve terriblemente irresistible, al menos para mi, es el traje de chaqueta.
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Los Americanos, quién si no?, han elaborado estudios sobre esta prenda de vestir y también encuestas, y en ellas se confirma que el traje de chaqueta hace que el hombre se vea más atractivo de lo que realmente es.
Siempre (casi) sugiere buen gusto, clase y elegancia.
Un hombre trajeado se muestra orgulloso de su apariencia, está seguro de si mismo y de su exito, pero ¿Y si además ese hombre es spanker?
Si mi chico me dice: "Espérame en el dormitorio" vestido con vaqueros o pantalón corto, iré, pero no si antes discutir la orden, me enfadaré y protestaré, sin embargo eso me lo dice con ese traje gris que tan bien le sienta, no habrá discusión, me iré derechita a la habitación, convirtiéndome de repente en una sumisa dócil y obediente, incluso le llamaré Señor. Al igual que Superman se transforma en héroe cuando se pone su malla azul y su capa roja, el spanker también adquiere poder sobre la spankee, cuando viste de esta forma tan especial. Adoro la fuerza de la mirada de ese hombre que esta frente a mi, desabrochando su cinturón que tan bien se complementa con su traje, incluso su voz se torna diferente, más gélida y ruda.
El uso del traje agrega autoridad a esta afición nuestra, aumenta la tensión dentro de mi, me siento controlada y dominada por completo, el juego se vuelve más ardiente y el placer incontrolable.
¡Benditos trajes!
Autor: Marita