Autor: Fer
La película La vida privada de Pippa Lee no es nada del otro mundo, no logra todo aquello que pretende que es el describir algo tan complejo como la vida un tanto frustrada de una bella mujer, eso ya lo hizo muy bien Gustave Flauvert en Madame Bovary por allá por la mitad del siglo XIX. Pero en el caso de la película dirigida por Rebecca Miller hay un final feliz y una pequeña sorpresita cuando narra la juventud de Pippa Lee, de jovencita fue involucrada en unos curiosos juegos lésbicos-fotográficos de spanking en donde ella era la involuntaria spankee. Lo mejor de esa escena es que el castigo no parece desagradarle en absoluto.
El cine prosigue con su larga tradición de salpicar alguna que otra película con escenas de azotes que siempre nos son gratas, aunque nos saben a poco.
