lunes, 18 de septiembre de 2006

El secreto de los Alquimistas

Autor: Amadeo Pellegrini

A Ana Karen gracias a quien conocí las
moradas alquímicas de Francisco
Piria y Humberto Pitamiglio
en el Uruguay


Palabras Previas

Alquimia es el nombre que se daba a la Química en la Edad Media, considerada entonces, más que ciencia, una disciplina destinada a develar los secretos de la vida y la naturaleza, en busca del remedio para curar todos los males: “La Panacea” y la transmutación de los metales por medio de “La Piedra Filosofal”.

Los practicantes del medioevo la reputaban ciencia por excelencia, principio de todas las demás, pues su objeto consistía en el estudio de la vida en los 3 Reinos: Animal, Vegetal y Mineral cuyo propósito estribaba en encontrar y fijar la esencia misteriosa que unía al cuerpo con el espíritu para retardar indefinidamente la muerte.

Esa misma esencia aseguraría la progresión rápida de los seres hacia un estado superior. Para ello buscaban por medio del fuego -que proporciona luz y calor- de los conocimientos llevar tal esencia al estado líquido: Panacea, elixir de la larga vida y al estado sólido: Piedra Filosofal para transmutar la masa de un metal ordinario provocando su transformación en un metal precioso: oro o plata (Crisopea o Argiropea).

Desde el siglo III de nuestra Era, a partir de Zósimo de Panópolis los alquimistas emplearon símbolos y figuras misteriosas cuyo significado revelaban a los iniciados, para transmitir sus conocimientos. Resulta imposible catalogar acá todos los signos alquímicos. El de la “Salamandra” es el jeroglífico usual para representar “El fuego secreto de la sabiduría o de los conocimientos”; otros frecuentemente empleados son el León rugiente, el Dragón que se muerde la cola, el Mono, Adán y Eva, el Viejo, etc.

De la enorme legión de alquimistas de todas las épocas, muchos como Roger Bacon, Raymundo Lulio, Paracelso, van Hellmont, sobresalieron como verdaderos sabios.


Los Actuales Alquimistas

Salvando las distancias que nos separan de los alquimistas clásicos, me atrevo a considerarnos, -obviamente me incluyo- a los practicantes de la disciplina del “spanking” , en cualquiera de sus vertientes, como los actuales alquimistas, porque tenemos nuestro propio lenguaje hermético, signos, figuras símbolos y siglas como el clásico OTK para comunicarnos y como aquellos legendarios personajes consagrados a descubrir los misterios de la vida todos nosotros de una manera u otra tratamos de desentrañar el origen de nuestras propias inclinaciones y porque poseemos además el poder secreto de transmutar el dolor en placer.

Creo que todo eso nos convierte a nosotros también en una suerte de alquimistas ¿Por qué entonces para identificarnos no utilizamos el jeroglífico de la Salamandra cuya inicial es “S” como “Spanking”?
Les cedo la palabra. Cordialmente: Amadeo Pellegrini

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Amadeo. Te agrazdezco tu artículo porque ha despejado más de una duda y he aprendido cosas que no sabía.
Me gusta esta idea de considerarme alquimista cuando transmuto el dolor en placer...
Un saludo desde Argentina!
P.s.: ¿vos me sabrías decir si en la Argentina hubo algún alquimista? ¿Se puede visitar alguna residencia alquímica? Sé que en Francia hay muchas, pero aquí... no tengo idea. Gracias.

Anónimo dijo...

No me gusta poner etiquetas ni símbolos a nada, pero es una manía particular, sin embargo, como sabeis la salamandra simboliza al animal que arrojado al fuego, sale ileso de él y se dice que purificó su honor entre contradicciones y riesgos, así que dados a simbolizar, parece el más oportuno para hacerlo. Aunque, sigo prefiriendo las Serpientes (que también empieza por S).

Anónimo dijo...

Este es un artículo con una reflexión muy interesante y una metáfora casi poética entre la alquimia y el spanking... no excenta de un fino sentido del humor. La salamandra estéticamente y por sus aventuras con el fuego, según nos ilustra Selene, parece un digno símbolo.
Este artículo se suma a la idea, también algo cabalística, de buscar el día internacional del spanking que desde este mismo blog, por motivos visuales, se proponía el ocho de agosto (08.08), si mal no recurdo. Todo ello no deja de ser una forma de búsqueda de identidad y de un lugar bajo el sol para los spankos.

Jâkub MAÎTREDROIT dijo...

He leído atentamente el "artículo" (? 424 palabras) del señor Amadeo Pellegrini y estoy absolutamente seguro de que es un gran entendedor del spanking, pero tristemente compruebo que de alquimia sabe poco, al menos de la Alquimia clásica, que como muchos creen buscaba la Piedra Filosofal, si esa trasmutaba el plomo en oro y que algunos, incluida la iglesia tanto romana, como protestante se lo tomo al pie de la letra, ya que de haber conocido lo que escondía esa búsqueda habrían acabado con los alquimistas, quemándolos como siempre hacen.

Libros sobre spank hay muchos, pero para el que quiera profundizar en el conocimiento profundo de la verdadera alquimia le recomiendo el libro “Las Bodas Alquímicas de Christian Rosacruz” piedra angular sobre el tema.

http://www.museumaconicoparanaense.com/MMPRaiz/Biblioteca/1765_Andreae,_Juan_Valentin_-_Las_bodas_alqu%EDmicas_de_Christian_Rosacruz_%5BLibros_en_espa%F1ol_-_esoterismo%5D.pdf