martes, 18 de septiembre de 2007

Cuando Sale Mal


Autor: Tane


Alguna vez saldrá mal, ¿o no?


No me consta que sea así pero por los relatos que leo y encuentro en distintos foros, parecería que todos los encuentros entre spankos salen a las mil maravillas.


Hasta el momento no he leído ni una sola palabra o testimonio que diga lo contrario, nadie se ha encontrado a un ciberspanko hecho realidad y con el que no ha funcionado la química, o una persona que no respondía en absoluto a la descripción dada, un spanker convertido en pesadilla recurrente por pesado, unos azotes lánguidos de mano blanda, una spankee inexpresiva, un qué sé yo...
¿Esos encuentros fallidos hacen que se pierdan las ganas de seguir investigando?


Creo que a mí me echarían atrás, me harían evitar nuevos contactos.


Lamentablemente, en ocasiones no sé cómo salir de situaciones incómodas. En caso de no gustarme la persona con la que hubiese quedado, me daría reparo poner tierra de por medio, temería herir sus sentimientos. Si me encontrase con alguien que me produjese inseguridad, sé que tampoco sabría resolverlo bien aunque me quitaría de en medio.


No me imagino lo que sería estar en las rodillas de un spanker y que los azotes fuesen tipo palmadita cariñosa o que fuesen tan entusiastas (los azotes) que tuviese que rebuscar entre mi horrible memoria la famosa palabra de seguridad. ¡¡Qué horror!!

Otra posibilidad es quedar con el sujeto y al llegar, descubrir que es otro ejemplar huevorascador (sé que todos los lectores masculinos ahora saldrán airados en defensa de ésta horrible práctica) o que se escarba los dientes con un palillo o que es de los que trata mal a los camareros, lleva peluquín, yo qué sé.


Mi nómina de spankers es francamente exigua, por no decir monoparental, vamos que juego con uno y único, no lleva peluquín ni maltrata a los camareros, ni usa palillos y creo que tiene su propia opinión sobre los picores genitales (que no coincide con la mía). Me gustó cuando lo vi y él se encargó de llevar nuestro primer encuentro. En él hubo de todo, azotes, risa y sexo, el lote completo, salió bien y aún nos mantiene jugando juntos, no sé qué hubiese ocurrido de no haber funcionado la química, seguramente el spanker habría sabido solucionarlo.


Podríais contarme algún encuentro fallido, es por saber cómo salís de estos líos...

lunes, 3 de septiembre de 2007

Sobre amistad, nalgadas, sexo, nalgadas y amistad






Autor: Gavi



Un círculo que considero virtuoso y que me llama poderosamente la atención, ya que el círculo amistad, sexo, amistad no sucede, convirtiéndose generalmente en un: amistad, sexo, crack.

¿A qué pueda deberse?

Una amistad que se pesca en la escuela, en el trabajo, en el vecindario, en el club deportivo o en las vacaciones, inicia intercambiando temas como la profesión, los éxitos, las diversas experiencias, problemas varios, y si triunfa, acaba compartiendo eventos sociales, familiares, de trabajo, de vida y de cafés y bares.

Mientras que, las amistades spankas que pescas inicialmente en el ciber, parten de temas como nuestra sexualidad o erotismo, algunas otras intimidades, siguiendo con nuestros gustos particulares sobre el juego propiamente, y finalizando con el tema “¿estudias o trabajas?”
Este orden inverso para relacionarnos no descarta en absoluto la posibilidad de llegar a compartir junto a un amigo spanko, eventos de familia, eventos sociales, de trabajo, de vida, de cafés y bares, logrando sin dificultad ninguna, guardar discretamente ante los demás, el tema que nos reunió.

¿Qué pasa cuando tenemos sexo con una amistad fuera de las nalgadas y los azotes? Pues que esa amistad, en el mejor de los casos, se verá enrarecida, y en el más de los casos, se estroperá. Tal vez sea por eso que ¿no recordamos amigos “vainillas” con los que hayamos tenido sexo? ¡Digo! ¿Y que haya continuado como si nada?

Sin embargo, dentro del juego, esto sucede, mágicamente o no, pero sucede, que tienes sexo con tu amigo spanko, y la amistad continúa intacta.

¿Se deberá esta magia a que, la sexualidad está intrínseca en la naturaleza de estas amistades?
Pero esto no explicaría que, también, juegas con un amigo spanko, te calientas rico, NO tienes sexo, y la amistad continúa… como si nada! jaa!



Definitivamente creo que, este delicioso juego de las nalgadas y los azotes, cobijado necesariamente por el ciber, en la mayoría de los casos, propicia un tipo de relaciones de amistad nuevas que, personalmente siento, un poco frágiles a veces, pero no menos intensas en sentimientos y compromiso, que las relaciones de amistad fuera del juego y fuera del ciber.